Frente a dos caminos

Frente a dos caminos

Con dieciocho años recién cumplidos las opciones del mundo universitario que tenía en mente eran una carrera artística o una ingeniería de grado medio. Confieso que no lo dudé, el lado artístico me atraía con mas fuerza. Por tanto nunca fueron dos caminos, solo lo parecía cara al exterior, ya que la decisión estaba tomada.

Tres años después, cuando tuve que escoger una especialidad dentro de las Bellas Artes me matriculé en dos de las opciones. Una en horario de mañana y otra por la tarde. Durante unos meses todo parecía ir bien, hasta que me llegó una carta desde la secretaría de la Universidad en la que me obligaban a renunciar a una de ellas.

Si existieran las lineas temporales paralelas, algo que contempla la ciencia ficción, podría preguntarme. ¿Qué habría sucedido si hubiera seguido la linea desechada? Sin embargo no veo la forma, tal vez tampoco la necesidad, de rastrear lo que no elegí. Es la cadena de continuas decisiones que vamos tomando la que nos lleva en la única dirección posible e inevitable.

Recuerdo un cuento que decía que cada uno de nosotros avanza por un túnel repleto de bajorrelieves inmóviles en las paredes, que contienen todos los sucesos que tenemos accesibles potencialmente. Sin embargo solo aquellos que iluminamos -con nuestra linterna- se convierten en reales. 

Si el mensaje de ese cuento fuera cierto y dado que no podemos iluminarlo todo al mismo tiempo, siempre quedará una gran cantidad de vida no vivida en nuestro camino. Un conjunto de potencialidades que no son iluminadas y por tanto nunca verán la luz. 

No veo la utilidad en la exploración de las realidades paralelas. En cambio creo que las realidades que revisa nuestra conciencia central pueden cambiarnos la vida mucho más que aquello que un día desechamos. 

0 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *