No deberías tener por maestro a un estúpido.

No deberías tener por maestro a un estúpido.

Un Maestro prometió a un discípulo que le revelaría algo mucho más importante que cualquier cosa que se pudiese encontrar en todas las escrituras. Cuando el discípulo, que era muy impaciente, pidió una vez más al Maestro que cumpliese su promesa, el Maestro dijo:
– Sal fuera bajo la lluvia y permanece con los brazos abiertos y la cabeza levantada hacia el cielo.
Al día siguiente, el discípulo volvió donde el maestro y le dijo:
– Seguí tu consejo y me cale hasta los huesos… me sentí un perfecto idiota.
– Bien -replicó el maestro-, para ser el primer día es una gran revelación ¿no es cierto?

«Quienquiera que se embarque en el auto-aprendizaje no debería tener por maestro a un estúpido»

Anónimo

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