El ejercicio
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Le indicó que investigara por la noche, en completa soledad, las distintas dependencias de una fortaleza que parecía abandonada.
La oscuridad de aquellas habitaciones provocaron miedos y fuertes resistencias en el discípulo, que no conseguía comprender la utilidad del ejercicio.
¡Tú eres la fortaleza abandonada! Debes conocerte si deseas progresar -dijo el maestro-