Escoger el nombre para un bebé

Escoger el nombre para un bebé

 

Ignacio: La familia nos pone el mismo nombre que tiene nuestro padre y nuestro abuelo. En realidad lo que ocurre es que no nos ven, no nos dan una existencia real, a cambio nos ofrecen un nudo narcisista. Y a partir de ahí empezaremos a repetir los destinos de esos familiares como si se tratara de fotocopias.

Entrevistador: ¿Y cuando el nombre es de un artista de cine o de una for?

 

Estrella: Todo lo que nombras adquiere las cualidades de ese nombre. Si llamas a tu hijo como el protagonista de una película que te gustó, puede que ya tenga el guión de su vida escrito o condicionado.

Entrevistador: Creo que a todos los oyentes, futuros padres y madres, les gustaría saber qué camino tomar para escoger el nombre de sus hijos.

Estrella: Primero les diría que no pensaran en ningún nombre que exista ya en el árbol de la madre ni del padre, ni en ninguno semejante, pues a veces se repiten nombres camufándolos.

Segundo, les aconsejaría que estuviesen atentos durante el embarazo, pues a veces les llega un nombre al padre y a la madre a la vez y esa es la mejor señal de que es el nombre justo.

Tercero, es importante, si durante la gestación no ha pasado lo anterior, que lo decidieran una vez el bebé ha nacido, pues él mismo puede transmitir a los padres el nombre que desea de alguna manera mágica.

Y nalmente, en cualquier caso, que no eligieran el nombre del bebé desde el intelecto, sino desde la intuición. Lo importante es respetar la individualidad del hijo, su infnita capacidad de ser todo lo que puede ser y no empezar a ponerle límites con el nombre nada más nacer.

Extracto de la novela «Lo que no se aprende en las facultades», capítulo 33 en el que Estrella e Ignacio  acuden como invitados a un programa de radio donde serán entrevistados. El tema sobre el que girará la conversación es el de la metagenealogía, el psicochamanismo y la psicomagia. 

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1 Comentario

  1. Laura I. Totonelli 7 años hace

    Es interesante lo que plantean, respecto a estar atentos a lo mágico. El nombre de mi primera hija me fue revelado como en una ensoñación, 2 años antes de pensar siquiera en embarazarme. El nombre de mi segunda hija se me apareció en una sesión de craneosacra, donde estaba totalmente relajada. Con mi esposo le pusimos esos nombres a nuestras hijas, de alguna manera creímos que había como una suerte de predestinación en ello. Saludos cordiales, Laura

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