Es un juego de palabras para reflejar que normalmente no tocamos de pies al suelo usando nuestro espíritu crítico natural y nos dejamos llevar por manipulaciones interesadas en fantasear la realidad. Indica que en lugar de aplicar la experiencia adquirida por experimentación directa, es decir comprobar las cosas por nosotros mismos, cosa que debería ser natural en nosotros, “común”, nos dejamos llevar por la “Inteligencia emocional” creada por vendedores de fantasías como la publicidad, la política, la religión, etc. Sentido común seria la aplicación directa a los actos de nuestra vida de lo que nuestro instinto ve y comprueba, y en lo que deberíamos estar de acuerdo todos porque la realidad es en esencia. Una para todos, aunque vista desde todos los ángulos distintos, y ahí estriba el enriquecimiento personal en aprender cosas, pero es la misma. El mundo es el que es y nuestra experiencia es personal, pero esa experiencia debería sintonizar con el mundo, y no con las fantasías intencionadas que tratan de modificarla en beneficio de quien las crea.
Juan Trigo El paraíso está en el fondo de tu corazón