
-¿Quieres que hoy conectemos con alguno de tus personajes interiores que más temes mostrar?
-Me parece bien.
-También podemos llamarlos sub-personalidades, que ocultas a los demás e incluso a ti mismo. Aunque he de decir que algo conoces de los mismos, de lo contrario no los ocultarías.
-¿Cómo contactar con ellos? si son poco visibles.
-Por ejemplo analizando cuál sería tu reacción cuando te presentan a unos desconocidos bajo una identidad “que no aceptas” (de alguna de tus sub-personalidades prohibidas)
-Bajo esas circunstancias sentiría una mezcla de humillación y obsesión…
-Ja, ja, ja…Tratarías de desviar la atención inmediatamente hacia otros aspectos más luminosos. Esa reacción muestra que no los dejas expresarse.
-Los escondo porque no los considero aceptables, claro está. Me pregunto ¿quién se esconde detrás de la máscara de la humillación?
-Detrás de la humillación suele haber un genio en potencia, alguien muy original que “taparás” (muchas veces es tu niño interior el que lo hace) por no considerarlo adecuado.
-¿En qué escenario de mi vida lo puedo encontrar?
-Tal vez se mueva oculto entre bambalinas, pero su sello es inconfundible.
-¿En qué sentido?
-Allí donde esté instalado hace las cosas de una forma diferente, las hace “a su manera” (y esta no es la habitual según el patrón cultural y social establecido)
-Lo percibo como un personaje exiliado. Parece que lo he desterrado a un lugar en el que no resulta visible para nadie.
-Un lugar que defines como invisible es el propio inconsciente. Allí por su carácter poco consciente puede hacer “más daño” del que imaginamos. Es mejor que lo conozcamos y lo integremos dentro del sistema. Que tenga su propia voz.