Todos tenemos un psicótico y un neurótico dentro
Martín Bakero: Todos tenemos una parte psicótica, sólo que algunos la tienen muy reprimida, simulando una vida ordenada que, sin embargo, conlleva una actividad onírica e inconsciente que está escondida.
¿Y la nerurótica?
El neurótico tiene unas tinieblas interiores que se ven, pero que en realidad están en todo ser humano. La persona neurótica se adapta a la realidad y la rechaza reprimiéndose para quedar encerrado en su deseo.
¿Y qué paso adelante dará el psicótico al practicar la arteterapia?
Aunque también rechace la realidad, creará una nueva manera de verla y va un paso mas allá de la psicosis. El paciente crea entonces una nueva relación con la realidad que no consiste en adaptarse sino en crear y que hace que el terapeuta sea un ‘terapoeta’ porque lleva al psicótico a crear un camino nuevo a sus síntomas y a hacerse cargo, responsable y activo de sus propios síntomas de lo que a uno le pasa.
Qué nos aconseja?
Las parte psicótica se debe poner al servicio de la parte creativa, al igual que decían los antiguos cabalistas de poner nuestros demonios a nuestro servicio, a trabajar para nosotros.
…buena manera de crear arte.
Así, se crea, más que un arte, una artesanía elaborada por personas que crean todo el tiempo como fue el caso de Picasso o Van Gogh. Un artesano de la psicosis es un individuo que tiene que estar todo el tiempo fabricando objetos para no caerse en uno sólo.Los psicóticos que trabajan sobre sus síntomas se vuelven genios.
Un ejemplo para terminar
Un paciente escuchaba voces y acabó empleándolas para escribir obras de teatro, por lo que ahora, en lugar de escuchar voces, dice que tiene fuentes de inspiración y cambia su estatuto subjetivo, ya que no deja de escuchar voces pero estas se integran a su nueva vida. No se trata de eliminar los síntomas, sino pulirlos para que se transformen en el arte del síntoma.
Martín Bakero es poeta y doctor en Psicopatología, Medicina y Psicoanálisis.
Imagen: Vero Colodro
Muy bueno, se me ha hecho corto el artículo, gracias
Cabalistas siempre tan acertados en sus metáforas: “de poner nuestros demonios a nuestro servicio, a trabajar para nosotros”. Bien!