Otras quince preguntas que van directas a explorar las huellas emocionales de nuestro árbol. Se centran sobre nuestros cuatro abuelos y sus hermanos. Los dos abuelos maternos y los dos paternos, sin olvidar la relación que tuvieron con sus hijos (nuestros padres)
1.- ¿Cuál es el nombre de mi abuela materna? ¿En que fecha nació? ¿Cómo era físicamente? ¿Qué hermanos tenía, incluidos abortos y fallecidos? ¿Cuándo nacieron? ¿Qué sé de cada uno de ellos (profesiones, familias que formaron, anécdotas, enfermedades, fallecimientos)?
La historia de nuestra abuela materna, es una parte importante del linaje materno. Esa historia que le tocó vivir afectó directamente a nuestra madre y a sus hermanos (nuestros tíos)
En ocasiones se repite el nombre de un hermano fallecido de nuestra abuela, esta vez como hijo suyo. Observemos también la hermandad de nuestra abuela y el lugar que ella ocupa, recordando que no es lo mismo ser la última de cinco hermanos (la abuela-niña) que la mayor de la hermandad.
2.- ¿Qué acontecimientos importantes vivió mi abuela materna? ¿Cómo fue su infancia? ¿Qué enfermedades tuvo? ¿A que se dedicó? Si ya no vive, ¿en qué fecha murió y cual fue la causa de su muerte?¿En que fecha se casaron, o comenzaron su convivencia, mis abuelos maternos? ¿Qué tipo de relación tenían entre ellos?
¿Le tocó vivir una guerra? ¿Una infancia dura, de austeridad total? ¿Pudo asistir regularmente a la escuela? ¿Tuvo que emigrar?
El tipo de relación que mantenía con su marido es un dato fundamental. Tal vez los dos abuelos provenían de universos culturales y sociales muy distintos y puede que eso generara una neurosis social en uno de ellos.
3.- ¿Qué crees que hizo sufrir a tu abuela materna? ¿Qué crees que alegró más la vida de tu abuela materna?
Tratar de analizar si su preocupación fundamental en la vida fue subsistir, el tema del dinero, sacar a la familia hacia delante. ¿Estuvo centrada en desarrollar su capacidad intelectual? Incluso si disponía de aptitudes creativas que usaba como una ventana de salvación para una vida gris.
Se trata de descubrir sus alegrías y sus penas, que nuestra madre seguro nos ha contado en más de una ocasión. Hay frases cargadas de “miedo” que esconden “el deseo” que no se tiene capacidad para realizar.
4.- ¿Cuál es el nombre de mi abuelo materno? ¿En que fecha nació? ¿Cómo era físicamente? ¿Qué hermanos tenía mi abuelo, incluidos abortos y fallecidos? ¿Cuándo nacieron? ¿Qué sé de cada uno de ellos (profesiones, familias que formaron, anécdotas, enfermedades, fallecimientos)?
Puede que (si somos un chico) llevemos el nombre del abuelo, que murió antes de nuestro nacimiento y no pudo realizarse. Vamos cargando con la responsabilidad de tener que vivir la vida no vivida de ese abuelo, lo que es una “idea loca”. Es posible, que como comentábamos ayer, nuestra forma de caminar sin hacer ruido exprese que no estamos viviendo nuestra vida.
¿Nos repiten constantemente todo lo que nos parecíamos a él?
5.- ¿Qué acontecimientos importantes vivió mi abuelo materno? ¿Cómo fue su infancia? ¿Qué enfermedades tuvo? ¿A que se dedicó? Si ya no vive, ¿en qué fecha murió y cual fue la causa de su muerte?
Hay una frase de Daniel Dancourt que dice: “Lo que los abuelos hicieron con sus vidas y el legado de sus ancestros se expresa en la siguiente generación, formando parte del carácter de nuestros padres”.
No olvidemos que toda enfermedad es una resistencia, detallemos las enfermedades principales y la forma de morir, si es el caso.
6.- ¿Qué crees que hizo sufrir más a tu abuelo materno? ¿Qué crees que alegró más la vida de tu abuelo materno?
Vivimos en el interior de una familia que nos marca, pero en otro círculo concéntrico estamos situados en el centro de una sociedad y de una cultura. Determinados acontecimientos sociales pueden marcar a toda una generación, marcas que después sus descendientes continúan arrastrando sin ser conscientes.
7.-¿Qué crees que deseaba más tu abuela materna? ¿Qué crees que deseaba más tu abuelo materno?
Los deseos nos conectan con sus egos libidinales, observamos la creatividad y la sexualidad.
8.-¿Cuál es el nombre de mi abuela paterna? ¿En que fecha nació? ¿Cómo era físicamente?¿Qué hermanos tenía, incluidos abortos y fallecidos? ¿Cuándo nacieron? ¿Qué sé de cada uno de ellos (profesiones, familias que formaron, anécdotas, enfermedades, fallecimientos)?
A partir de este punto repetimos las preguntas que hemos hecho en el linaje materno, ahora orientadas hacia el linaje paterno.
9.-¿Qué acontecimientos importantes vivió mi abuela paterna? ¿Cómo fue su infancia? ¿Qué enfermedades tuvo? ¿A que se dedicó? Si ya no vive, ¿en qué fecha murió y cual fue la causa de su muerte?¿En que fecha se casaron, o comenzaron su convivencia, mis abuelos paternos? ¿Qué tipo de relación tenían entre ellos?
10.-¿Qué crees que hizo sufrir a tu abuela paterna? ¿Qué crees que alegró más la vida de tu abuela paterna?
11.-¿Cuál es el nombre de mi abuelo paterno? ¿En que fecha nació? ¿Cómo era físicamente? ¿Qué hermanos tenía, incluidos abortos y fallecidos? ¿Cuándo nacieron? ¿Qué sé de cada uno de ellos (profesiones, familias que formaron, anécdotas, enfermedades, fallecimientos)?
12.-¿Qué acontecimientos importantes vivió mi abuelo paterno? ¿Cómo fue su infancia? ¿Qué enfermedades tuvo? ¿A que se dedicó? Si ya no vive, ¿en qué fecha murió y cual fue la causa de su muerte?
13.-¿Qué crees que hizo sufrir más a tu abuelo paterno?¿Qué crees que alegró más la vida de tu abuelo paterno?
14.-¿Qué crees que deseaba más tu abuela paterna? ¿Qué crees que deseaba más tu abuelo paterno?
15.-¿Cómo era, o/y es, la relación entre tu madre y sus padres? ¿Cómo era, o/y es la relación de tu padre con sus padres?
Son dos triadas fundamentales, básicas para entender lo que está sucediendo con nuestra vida.
Una triada es la relación que se establece entre dos padres y un hijo. ¿Repetimos modelos de nuestros ancestros?
Incluso podemos desglosar esas relaciones a cuatro niveles: A nivel intelectual, emocional, libidinal y material o corporal. Ese desglose introduce matices que de otra forma pasarán desapercibidos.
Una última cita: «El cuerpo del hombre es la casa donde habitan sus antepasados» Gustavo Meyrink