CHISTE
Un hombre entra en un restaurante de lujo acompañado por un niño.
-Sírvame el cubierto especial para mí- le dice al camarero- y un helado al pequeño.
El caballero da cuenta del opíparo menú, mientras el niño repite su ración de helado.
-Bien -se levanta el comensal, dirigiéndose al pequeño-, termina tu ración de helado mientras yo voy a hacer un recado.
El camarero prepara la cuenta y espera el regreso del padre del niño. Pero este tarda más de lo debido y el camarero pregunta al chico:
-Parece que tu padre tarda un poco, ¿no?
-Mi padre está de viaje.
-¿Cómo que está de viaje? ¿No acaba de salir de aquí hace un momento?
-¿Se refiere a ese señor que ha entrado conmigo?
-¡Naturalmente!
-¡No lo había visto en mi vida! Me lo encontré en la calle y me dijo que me invitaba a un helado.
CONCIENCIA
Alejandro Jodorowsky: Este chiste me hace pensar en las tretas de gran parte de las sectas y de los Maestros con egos descomunales: te revelan una pequeña verdad para venderte una gran mentira. Así también actúa el ego personal: te da pequeñas satisfacciones para que olvides tu inmensa insatisfacción. Las apariencias no son la verdad. Parecer es una cosa, ser es otra. La única manera lograr la felicidad, alcanzando lo sublime, es compartir lo que vas obteniendo. Las verdades guardadas como secreto, son egoístas intentos de tomas de poder. Dáles perlas-semillas a los puercos. Estos las tragarán, no podrán digerirlas pero las defecarán en tierras fértiles.
El folklore popular transmite verdades que no comprende. Al contrario de los mentirosos, los sabios pueden revelarte una pequeña mentira para que obtengas una gran verdad. El Tarot fue lanzado al mundo como un banal juego de cartas. Todos los secretos están abiertos, hay mentes cerradas. “El que tenga ojos para ver que vea”