Los duelos no realizados –en los que algo quedó inconcluso- pueden ser el origen de los “fantasmas” que anidan en nuestro inconsciente.
El fantasma podríamos definirlo como un ente que quedó atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Percibe al fantasma, dice Alejandro Jodorowsky, sólo quien lo carga de energía psíquica.
Creemos vivir libremente en el presente y sin embargo estamos condicionados, maniatados, inhibidos por recuerdos que se nos manifiestan en la vida bajo formas de fantasmas.
Respecto a ellos, con independencia del tipo que sean, necesitamos enfrentarlos para ver qué es real y qué es producto de nuestro miedo.
Para despedir definitivamente un fantasma debemos enterrar metafóricamente lo que él representa: una identidad heredada, una culpa, etc.
Entonces, ¿Qué es un fantasma? –Responde Douglas Adams que un fantasma es alguien que murió de forma violenta o inesperada con un asunto pendiente entre manos. Que no puede descansar hasta que lo haya acabado o solucionado.
De ahí que Diane Setterfield diga que no hay una vieja casa que no tenga sus historias, ni existe una vieja casa que no tenga sus fantasmas.
No hay cosa más amarga para el hombre –afirma Salman Rushdie- que descubrir que ha estado creyendo en un fantasma…
Porque a un fantasma no se le puede reprochar nada según dice Daniel Glattauer