Alejandro Jodorowsky, nos enseña el lenguaje de los mudras
*
Alejandro Jodorowsky:
Esto que vas a leer, es la huella última de las palabras de la santa curandera (doña Magdalena). Para comprenderlas bien, tienes que ver la serie de mudras que muestro en EL POEMA 5 (vídeo). Es una frase que me enseñó doña Magdalena y que se divide en 6 etapas. 1.- El vaso. 2.- Detener al mundo. 3.- El espejo. 4.- Ofrecimiento de la fuente. 5.- La disciplina. 6.- Absorber la fuerza terrestre.
Doña Magdalena describe cada una de estas etapas, mostrando como yo lo hago en el poema 5, posiciones de sus manos. Ella habla como si fuera un hombre porque se pone en lugar mío, dice lo que yo debería sentir y pensar.
*
1.- EL VASO.
Este símbolo que yo hago ahora, es el símbolo del vaso. En él , siempre, hay algo que se está creando, es la creación continua, contiene la sangre de Cristo, es el amor, una fuente, un tesoro. La copa está llena y da, y da y más da, y más tiene. Y ¿por qué se llena? Porque se le vacía, se limpia, es el bol más limpio del mundo. Está tan vacío y tan limpio que se llena de la fuerza universal. “Ven a beber de mi fuerza. Llena tu vaso, todo tu ser”. Luego, lo pones en tus piernas y haces tu bol. Tu pones el alimento: todo lo que tu tienes para dar. Pon todo lo que tienes para dar, la ternura que tienes para dar, la energía, la enseñanza. Medita sobre lo que tienes para dar. Sobre lo que tienes en esas manos para dar a los otros, a todos los seres del mundo, a todos los seres conscientes, a todos los viejos del mundo, a todos los adolescentes, a todas las personas maduras del mundo.Es el agua del corazón la que llevas.
Hay que descubrir que se puede hacer el vacío, limpiar el bol, limpiarse completamente el interior, para poder dar. Cuando se vacía, se encuentra la vida. Una fuente de energía continua. Se da la energía vital, pura. En ese momento puedes ofrecer el bol y el bol está siempre lleno, ¿por qué? porque la energía viene en el momento en que se da, no antes. No se cae en trance cuando se está solo, un santo no hace un milagro cuando está solo, sino cuando el milagro es necesario. No se tiene nunca la inspiración cuando no se tiene nada que hacer. Cuando el Buda está solo tiene un bol vacío, pero cuando tiene que dar de comer, el arroz aparece, cuando tiene que hacer música la música aparece, las cosas aparecen, pero nosotros hacemos el vacío. Ese vacío contiene el agua eterna, el néctar de vida. Contra más da, más tiene, y contra menos da, menos tiene. Es decir, dando, el néctar de vida crece, reteniendo el néctar de vida se seca. Porque más se da, más nos enriquecemos, menos se da, más pobres nos volvemos. Es como una persona que tiene dinero, si lo pone en movimiento, gana dinero, y si lo guarda, pierde dinero.
*
2.- DETENER AL MUNDO.
Ahora la mano derecha puede actuar parando al mundo. El mundo está loco, hay un elefante loco que ataca, la crisis, las catástrofes, los problemas cotidianos, los problemas inmensos. Yo detengo al mundo, el mundo no debe tocarme. El primer paso, la primera pero no la principal significación, es detener al mundo, el elefante loco. Parar. Y lo paro en plena fuerza, que yo me recojo yo mismo, porque he encontrado mi ser. Me he aceptado a mi mismo, ya no dudo más de mí mismo, yo soy aquello que soy, estoy lleno de mí, luego detengo al mundo. he venido a decirle al mundo: detente, no se puede vivir sin consciencia, sin lazo espiritual, no podemos continuar sin meditar. Detengamos la ilusión. Todos los demonios se detienen ahí. Dejad de molestarme, tentaciones, si me drogo, párate, si juego, párate, si he dispersado mi vida, párate. Con esta mano detengo el mundo, todos los diablos que me impiden de realizarme. Paro la negatividad sobre mi mismo, detengo mis propios demonios. Todos los ataques, las malas críticas, paro la crítica, ya no soy vulnerable, la crítica aquí no entra, párate. ¿quieres hipnotizarme? párate, no soy vulnerable, ¿quieres molestarme? párate, cállate ¿quieres hacerme dependiente de tus demonios? Detente. Cada uno de nosotros va a decir con fuerza ¡Detente! y entonces sentiréis como sois de fuertes.
Has tomado la decisión de parar todo lo que te desvía de tu verdad, de tu ser esencial. Has conocido que eres el dueño, y detienes el resto. Es el sello que pones ahora, es el contrato que vas a firmar. Toma conocimiento de eso y decide parar todo lo que te impide de ser tú. Toma la fuerza de esta posición, que entre en tu inconsciente como un verdadero contrato. Paro a mis diablos, me vuelvo invulnerable, porque tengo mi propia luz.
*
3.- EL ESPEJO.
Esta mano se vuelve luminosa y fuerte. Cuando detienes el mundo, si has tenido el poder de parar, tienes el poder de salvar. Cuando te paro, detengo tu miedo, porque me agredes porque tienes miedo. Todos los seres humanos, todos los seres vivos, viven en el miedo, hasta que no han encontrado la consciencia. Yo detengo el miedo y te protejo. Es lo contrario. Tengo miedo de la oscuridad. Yo te protejo. Tengo miedo de la soledad. Yo te protejo. Tengo miedo de la enfermedad. Yo te protejo. Tengo miedo de la miseria, de la impotencia, de jamás realizarme. Detengo todos los miedos, mis miedos, pero no los paro cortando, sino porque te puedo proteger ¿como te puedo proteger? Por la Conciencia. Ella te dice: “yo tengo todo para protegerte. Si tienes miedo de morir, yo te protejo, porque yo conozco la eternidad, tengo el secreto” Confía en tu Conciencia, ella te protege siempre, es tu ángel de la guarda, la que protege el mundo y la que te protege. Trata de descubrir este sentimiento. Yo te pacifico, yo te bendigo. Puedes bendecir, bendecir significa cuidar, detener el miedo, proteger. Yo te transmito la divinidad, te bendigo, te transmito la verdad, la ley, te bendigo.
Esta mano da la tranquilidad, ahora. A todas las personas que están en un nivel más bajo de conciencia, yo los detengo y los elevo de nivel. Esta posición es un ser impersonal, es un sello, y a todas las multitudes que están en un nivel mas bajo, este ser los bendice y los eleva de nivel porque los ha mirado así. Calma la multitud, calma el elefante furioso y bendícele, como una luz. Se dice que este gesto lo invento Buda cuando un elefante fue a atacarlo, y de cada dedo salió un tigre, y así ha calmado al elefante, lo ha bendecido, le ha dado lo que necesitaba, la tranquilidad, lo ha puesto frente a la verdad, y ¿que es el elefante? es nuestro ego. Cuando tenemos momentos de furia, que son momentos de miedo, yo te calmo, y te bendigo.
*
4.- OFRECIMIENTO DE LA FUENTE.
Aquí tú das la consolación. Reafirmas, pacificas al enfermo, y le dices “he aquí la medicina: la medicina es la divinidad”. Tú eres mi salud. Cuando hablas a tu dios interior, cuando estás enfermo, dices “tú eres mi salud”. Tu dios interior es tu salud, siempre. Tú ofreces aquí la medicina contra el sufrimiento y la muerte. Llamas al yo, al ego del otro, porque es el ego el que está enfermo. Tu ser esencial no está enfermo. ¿que ves? la transparencia, la medicina contra el ego. El ego es el mundo de los sufrimientos y de la muerte. Y tú estás ofreciendo el infinito y la eternidad. Cuando entras en el templo, entras en la eternidad. Y cuando pones la Conciencia en la vida, es una continuidad total. Mi Conciencia unida con todas las Conciencias que han existido. Yo no estoy diciendo una verdad personal, porque lo que yo digo ya ha sido dicho, y se dirá todavía. Los otros lo han dicho, yo lo digo, y se dirá después, porque son verdades que todos llevamos en nosotros. No hay nada de personal, yo no he comenzado nada, yo no terminaré nada, se continua. La Conciencia se pone en la vida. “No te pierdas. Ven por aquí al paraíso. Yo te calmo, yo te cuido, yo te doy de comer. Está seguro, tú serás.” Y ahora, las más bellas palabras que he podido encontrar: “no serás jamás abandonado, jamás tú serás abandonado por mí”. Cuando puedes decir a alguien que jamás será abandonado es que llega la iluminación. Pero tú no sabías que podías dar la eternidad a alguien, que podías sentir algo aquí. Entonces, cierra los ojos, y deja venir una palabra a tu mano, donde tienes el agua. Deja venir una palabra, esa palabra va a aparecer en tu mano, no pienses y la palabra va a aparecer. Es la mano que enseña, que va a darte una palabra, déjala venir… Siente el latido del corazón en la mano que contiene el agua, es como el océano que va y viene, tú das tu corazón puro al océano infinito… En esta mano ha salido la palabra “FELICIDAD”. ¿Es que tienes algo para darle al ser que te corresponde perfectamente, espiritualmente? Tienes en esta mano el alimento ¿quien viene a absorberlo? Te lo pregunto para que lo busques en tí. Tú das lo mejor de tí, das el agua bendita. ¿Quien es el mejor que viene a beber de tu mano el agua maravillosa que puedes dar? y ¿quien viene a aceptar tu verdad? Hace falta que lo busques en tí. ¿quien el ser que viene? ¿un ángel, un niño, un animal, Dios? ¿quien viene a posarse sobre tu mano y a aceptar tu verdad?
Imagínate el ser más perfecto que puedas imaginar, el más bello y perfecto, e imagina que él tiene sed, imagina que tú debes darle de beber, ¿es que tu agua es digna de ese ser? Dale de beber. Debes estar en toda humildad si Dios te pide de beber porque tiene sed. ¿eres digno? ¿eres capaz de apagar la sed de todo ser que te pida de ese agua?
Ahora yo te pregunto si tienes la sed tú mismo, ¿es que puedes darte de beber y conducirte a la enseñanza a tí mismo? ¿es que te aceptas como maestro, como el donante del agua que acabará con tu propia sed? ¿eres tu propia fuente? ¿eres tu propia medicina? Date de beber. Se tu maestro. Se tu medicina. ¿Te puedes dar con ese agua el bautismo y aceptarte en la vida? ¿Es que puedes ser tu propio padre y tu propia madre?
*
5.- LA DISCIPLINA.
Y cuando se pone la mano así, hay el concepto de consolación. Consolación, porque el ser que hemos detenido, tiene necesidad de una consolación, hay que darsela. Y la consolación es dar la seguridad, reasegurarlo y conducirlo por la nueva vía. “Yo te deseo la realización de tus deseos. Si quieres beber de mi agua bebe de mi agua, pero no de las ilusiones que te haces”. Y entonces la instrucción comienza. En la vida cotidiana a veces hay que hacer eso. Reconducir el deseo del otro. O la agresión del otro. Y se hace así, “por lo menos te deseo que tú te realices”. Y eso es una gran conmiseración y una gran consolación para el otro.
La noción que se pasa al otro, cuando él bebe de mi mano, lo fundamental, es que la persona será consolada, no será abandonada. Si te pones en la ley de Buda, que es pedir para ti, no invadir, sino pedir para ti, es decir, progresar en el mundo, tu no serás abandonado, mientras bebas del agua bendita no serás abandonado. Es lo que un niño te pide, que no lo abandones hasta el momento en que él quiera irse a hacer su vida. Hay que decirle al niño, voy a darte esto, voy a instruirte, no a abandonarte, porque es terrible un niño abandonado.
Toda instrucción debe ser comprendida, sentida, y después absorbida. Es como conducir un coche, se comienza con el cerebro, después se pasa al corazón, después al sexo, y después ya es algo mecánico. Cada etapa requiere un tiempo, todo requiere su tiempo.
Todos estos movimientos de los dedos, vienen también del movimiento de contar. El pulgar ha sido utilizado para contar, para enumerar, este gesto viene del inconsciente de la raza humana que ha contado y enumerado.
Comienzo uniendo mi índice al pulgar. Pongo mi intelecto en la vida.
La segunda cosa que pongo en la vida, es el corazón. El segundo, el otro dedo, es el dedo del corazón. La enseñanza es más profunda. La enseñanza comienza por el intelecto: pongo mi intelecto en la acción, en la vida, y una vez que has puesto tu intelecto, pones tu corazón al servicio de la vida. Y así, pones tu intuición y tu corazón en la acción.
El tercero, pongo la energía creativa, sexual. La energía sexual no significa la orgía o la pornografía. La energía sexual es una energía que se va a canalizar. Esta energía a veces ha estado culpabilizada, rechazada, pero mágicamente es la energía esencial con la que se trabaja.
Y aquí, uniendo el meñique al pulgar, has puesto todo tu cuerpo, toda tu materia, toda tu vida a la acción. Con eso, la casa, el taller, se convierten en templo. Es poner su casa en la vida, después viene la vida económica, después el cuerpo, los vestidos, todo se pone en la vía espiritual. Es esa la enseñanza.
Pon tu intelecto en la vida, pon tu corazón en la vida, pon tu sexo en la vida, pon tu cuerpo en la vida.
*
6.- ABSORBER LA FUERZA TERRESTRE.
De lo espiritual se entra ya en lo terrestre. Lo que se recibe activo, se le da a la tierra, porque el trabajo que se ha hecho se extiende por toda la tierra, el trabajo espiritual va a extenderse por todo, la vida, el estudio. Estas son posiciones de trabajo. Cuando se está en los mudras, se tiene la decisión de trabajar profundamente, eso depende de en qué quieres trabajar, pero hay algo de profundo.
En la tierra, tengo una unión. Mis dedos meñiques son los dedos de la tierra, los dedos corporales. Tengo un lugar y de ese lugar, me proyecto completamente hacia el universo. Estoy completamente centrado en mí, y me proyecto hacia el universo. Soy como una antena abierta al exterior. Mi corazón está abierto al exterior. Y guardo mi centro, pero encuentro a todo el mundo, me comunico con el universo completo. Me perdería en la nada si no tuviera un punto de consciencia, un punto de contacto. Entonces, hago mi lugar en esta posición, hago mi plaza en la vida, y porque yo me he reconocido, porque he hecho mi plaza en mí, puedo actuar en todo el universo. ¿y como he adquirido esta fuerza? Utilizando la vida. Me he centrado en la vida, en lo más esencial. Con esta posición, estoy en profundo recogimiento, estoy recogido en mí.
Tirando de los dedos tú te das la fuerza, y de lo que tiras es de la fuerza de existir. En esta posición hay la sensación de profundo recogimiento. Estoy a la escucha de mi tesoro, estoy a la escucha de mi vida, yo soy sincero conmigo mismo, dejo venir las voces que están en el interior de mí. Si yo no tengo sinceridad conmigo mismo, ¿como me escucharía? No tengo miedo de lo que pasa al interior de mi, no tengo miedo de mí, estoy dispuesto a escuchar todo de mí, puedo escuchar todos los pensamientos, los dejo venir, ningún pensamiento está prohibido, yo escucho mi corazón, escucho la verdad profunda de mi corazón, la verdad profunda de mi ser, porque me atengo a mi vida. Nunca más diré que soy un cadáver, un ser inexistente, que yo no valgo. Me escucho a mí mismo con devoción, con interés total, yo no me niego, yo no me critico, yo no me impido, yo no me rechazo. Con este gesto, puedo vencer a todo lo que la sociedad, los padres, la escuela, los adultos, han prohibido en mí. Con este gesto me reconozco, me escucho, tengo respeto por mí mismo, me respeto a mí mismo.
He hecho mi trabajo, me recargo, todos los recursos yo los pongo en mí, me enriquezco, aceptándome.
Yo me respeto a mí mismo.De la comunicación con mi yo mismo profundo, paso a la profunda comunicación con los otros y con el mundo. Pero si yo no me he comunicado conmigo, no puedo comunicarme con el mundo.
Esta es la lección que enseñan estos mudras.