Etiquetado: infertilidad

Deseamos tener un hijo, pero no nos quedamos embarazados. ¿Por qué?

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El proyecto creador de una pareja puede materializarse en obras o empresas, pero un deseo frecuente de personas que se unen en edad fértil es el de engendrar uno o varios hijos. A veces, este propósito tan fácil para algunos, se convierte en una misión aparentemente imposible para los que sufren el calvario de una infertilidad no deseada. Si no existen barreras físicas ni anatómicas para la fecundación, puede que estemos frente a reveses psicológicos (a los que el cuerpo obedece) que hemos de disolver. Algunas de estas resistencias plagadas de creencias limitantes son:

-Miedo a que la maternidad o paternidad nos obligue a dejar atrás la niñez. “Ser adulto es la antesala del envejecimiento y el envejecimiento nos acerca a la muerte”.

-Miedo a la responsabilidad en personas hiperexigentes o perfeccionistas. “¿Seré capaz de amar, mantener, educar a mi hijo como es debido?”.

-Cuidar de un hijo es demasiado sacrificio para mí. Suele ocurrir en personas que han vivido en una hermandad numerosa y han sido obligados a “cargar” con hermanos pequeños o han visto a los mayores de su entorno estresados en las tareas de crianza.

-Ser madre implica identificarme con mi sexo. A veces, detrás de una infertilidad hay una homosexualidad oculta.

-Ser madre/padre me convertirá en mi madre/padre, cuando ellos fueron bárbaros psicológicos.

-Tener un hijo juntos me vinculará para siempre a mi pareja y no estoy seguro/segura de amarlo/amarla.

-Ese segundo hijo no llega porque hay miedo a que el primogénito sufra celos patológicos o tenga que prescindir de privilegios por no hacer suficientes recursos para los dos.

-No ser capaz de superar posibles problemas como partos complicados, enfermedades infantiles, muertes, accidentes, malformaciones, fracaso escolar, problemas de la adolescencia, ruina, etc. Frecuentemente estos problemas han estado presente en el árbol genealógico y existe el miedo a que se repitan.

Para llegar a la orilla derecha del río, no basta con tener la barca dispuesta, hay que saber despedirse de la orilla izquierda.

Ese hijo tan esperado llegó cuando los padres estaban preparados: se amaban profundamente y desaparecieron todos sus miedos.

Plano Creativo

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Desvalorizad@ por no poder tener hijos

Causas frecuentes de la infertilidad psicológica

Esterilidad, ese árbol que deja de dar frutos.

Desvalorizad@ por no poder tener hijos

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Un vientre en el que no anida un nuevo ser, puede estar obedeciendo a causas psicogenealógicas.

Nuestro cuerpo tiene su propio lenguaje y responde con síntomas y bloqueos a órdenes dictadas por nuestra famila. Estas respuestas corporales a veces son incompatibles con nuestros deseos, como en el caso de la esterilidad. ¿Si queremos ser padres, por qué ese hijo no llega? La respuesta puede estar en los árboles psicogenealógicos de los progenitores que han decidido dejar de dar frutos.

Entre las causas más comunes encontramos:

-En relaciones materno o paterno filiales conflictivas: No querer convertirme en mi madre (o en mi padre, en el caso de la esterilidad masculina). Inconscientemente podemos creer que al ser madre (o padre) nos convertimos en ellos.

-Familias con dificultades económicas con demasiados hijos no deseados.

-Muertes infantiles

-Abortos traumáticos

-Partos mortales

-Abusos y violaciones

Hay ocasiones en que la infertilidad es temporal. Por ejemplo: “si mi madre me tuvo con 40 años, no me doy permiso para quedarme en cinta hasta los cuarenta años”.

La reparación de estas huellas psicogenealógicas es fundamental para que la pareja pueda concebir al fin el hijo deseado.

Para seguir profundizando:

¿Qué es el cuerpo?

Ovarios y testículos

El útero

Ego libidinal bloqueado

Nacer bien

Árboles sin fruto

Esperamos nuestro bebé, ¿cuándo llegará?

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Nuestro cuerpo tiene su propio lenguaje y responde con síntomas y bloqueos a órdenes dictadas por nuestra famila. Estas respuestas corporales a veces son incompatibles con nuestros deseos, como en el caso de la esterilidad. ¿Si queremos ser padres, por qué ese hijo no llega? La respuesta puede estar en los árboles psicogenealógicos de los progenitores que han decidido dejar de dar frutos.

Entre las causas más comunes encontramos:

-En relaciones materno o paterno filiales conflictivas: No querer convertirme en mi madre (o en mi padre, en el caso de la esterilidad masculina). Inconscientemente podemos creer que al ser madre (o padre) nos convertimos en ellos.

-Familias con dificultades económicas con demasiados hijos no deseados.

-Muertes infantiles

-Abortos traumáticos

-Partos mortales

-Abusos y violaciones

Hay ocasiones en que la infertilidad es temporal. Por ejemplo: “si mi madre me tuvo con 40 años, no me doy permiso para quedarme en cinta hasta los cuarenta años”.

La reparación de estas huellas psicogenealógicas es fundamental para que la pareja pueda concebir al fin el hijo deseado.

Para seguir profundizando:

¿Qué es el cuerpo?

Ovarios y testículos

El útero

Ego libidinal bloqueado

Nacer bien

Imagen: Troche

Desvalorizad@ por no poder tener hijos

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Un vientre en el que no anida un nuevo ser, puede estar obedeciendo a causas psicogenealógicas.

Nuestro cuerpo tiene su propio lenguaje y responde con síntomas y bloqueos a órdenes dictadas por nuestra famila. Estas respuestas corporales a veces son incompatibles con nuestros deseos, como en el caso de la esterilidad. ¿Si queremos ser padres, por qué ese hijo no llega? La respuesta puede estar en los árboles psicogenealógicos de los progenitores que han decidido dejar de dar frutos.

Entre las causas más comunes encontramos:

-En relaciones materno o paterno filiales conflictivas: No querer convertirme en mi madre (o en mi padre, en el caso de la esterilidad masculina). Inconscientemente podemos creer que al ser madre (o padre) nos convertimos en ellos.

-Familias con dificultades económicas con demasiados hijos no deseados.

-Muertes infantiles

-Abortos traumáticos

-Partos mortales

-Abusos y violaciones

Hay ocasiones en que la infertilidad es temporal. Por ejemplo: “si mi madre me tuvo con 40 años, no me doy permiso para quedarme en cinta hasta los cuarenta años”.

La reparación de estas huellas psicogenealógicas es fundamental para que la pareja pueda concebir al fin el hijo deseado.

Para seguir profundizando:

¿Qué es el cuerpo?

Ovarios y testículos

El útero

Ego libidinal bloqueado

Nacer bien

Árboles sin fruto