En un funeral, uno a uno los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.
Resulta que en el fondo del ataúd había un espejo, donde al mirar cada uno se veía reflejado, con el siguiente texto:
“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO”!
Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y la única que puede ayudarse.
Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia. Tu vida cambia, cuando tú cambias, eres el único responsable por ella. “Examínate y no te dejes vencer”
“El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia”.
Cuento