
Si bien el camino de la expansión de la consciencia tiene una gran cuota de introspectiva a través de viajes interiores, el desafío en la realidad es llevar lo que uno descubre y aprende a la pareja.
En mi viaje por la península Ibérica, tuve la suerte y el agrado de encontrarme con Carmen Guerrero y Paco Bou, autores del libro: Parejas Sin Fin, escrito en colaboración mutua, una de las claves del vivir en pareja. Creadores de la web Plano Sin Fin, con más de 30.000 seguidores de todo el mundo, se encargan de compartir día a día valiosa información para el desarrollo personal en todos los aspectos.
Por Gabriel Lumiére
¿Cómo surge la necesidad de Plano Sin Fin?
Ambos estábamos en esos años descubriendo la filosofía de Alejandro Jodorowsky. Leíamos todos sus libros y éramos ávidos buscadores en la red de entrevistas, vídeos, textos, foros, etc. que tuvieran que ver con su obra. Compartíamos lo que encontrábamos entre nosotros y lo difundíamos en dos modestos blogs que creamos independientemente. En las Navidades de 2007 se nos ocurrió colaborar juntos en un proyecto común que llamamos Plano Creativo (El actual Plano Sin Fin). Este espacio comenzó a crecer de la mano de Alejandro Jodorowsky que nos descubrió en 2009 y nos enviaba diariamente textos para difundir con sus seguidores. El blog pasó en poco tiempo a ser mundialmente conocido.
Plano Sin Fin nace de la necesidad de compartir contenidos que ayuden a elevar el nivel de conciencia y ha ido evolucionando al igual que lo hemos hecho nosotros, pero la filosofía de base sigue siendo ser útiles a nuestros queridos lectores cada día.
¿Cuándo fue decidieron hacer del tema de la pareja un foco de interés en su trabajo?
Paco: Cuando celebrábamos el quinto aniversario del blog dimos nuestra primera conferencia gratuita on-line sobre la pareja en el blog de nuestra amiga Cyntia (El Angelario) y se colapsó. Fue un indicador del interés que despertaba este tema. Entonces nos propusimos como reto escribir un libro sobre el tema de la pareja. ¡Carmen no lo dudó ni un segundo! A finales del 2014 sacamos a la luz «Parejas Sin Fin».
Carmen: ¡Algunas personas que lo han leído comentan que más que un libro es una enciclopedia de las relaciones! Otras dicen que encontraron puntos de vista diferentes, reflexiones y soluciones, útiles para enfocar y resolver su propia problemática sentimental. Pretendimos recopilar en sus 250 páginas lo que hasta ese momento fuimos aprendiendo sobre el tema de la pareja, un tema que a los dos nos ha tocado trabajar personalmente muy a fondo. Ahora nuestra amiga Nadia Sarur nos ha planteado impartir un taller sobre la pareja en México. Seguimos una cita sufí que aconseja no rechazar nada de lo que la vida nos pone delante. ¡Quién sabe si ese será nuestro próximo reto! Tiene sentido hacer las cosas en pareja. Aprender con pareja, que te case una pareja, parejas de directivos en las empresas, dar un taller sobre parejas desde una pareja. etc. A fin y al cabo la humanidad sigue evolucionando porque hay parejas que engendran, gestan, paren y cuidan… Quizás la energía de Quirón, ese personaje mitológico que representa el sanador herido, nos impulsa a ser útiles para sanar lo que para nosotros fue la herida más profunda
¿Cómo se conocieron?
Nos conocimos hace más de diez años en un taller sobre el árbol genealógico que daba Marianne Costa.
Paco: Llegué en crisis. El mensaje que me repetía mi familia era que la pareja es lo más complicado del mundo. Que no tuviera prisa por tenerla, que era igual a tener problemas. Cuando me hice mi árbol puse como finalidad tener pareja. Y la finalidad es lo que nos prohíben. Quedaba muy claro lo que tenía que trabajar.
Carmen: Recuerdo que en ese taller, Marianne propuso nada más empezar, verbalizar cuál era nuestra finalidad en la vida. Escribí sin dudar «ser yo misma». Está claro que estaba atrapada en un personaje que equilibraba el sistema familiar, pero me impedía seguir mi propio guión de vida. Ese fin de semana se desactivaron programaciones genealógicas en los dos, a la vez que se encendió la primera chispa de amor que luego se convirtió en llama constante, combustible para nuestra vida en común.
¿Quién es Paco?
Recuerdo aquella conocida cita sufí que dice que «quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor». Creo que esta es la única pregunta que vale la pena hacerse y al mismo tiempo la que no tiene respuesta. Aunque contara que soy un profesor de 50 años que vive en pareja, con Carmen Guerrero, en una ciudad de 100.000 habitantes, y después explicara cosas sobre mis raíces, creatividad, creencias, amigos, etc. seguiríamos sin saber quién es Paco. De hecho no sé quién soy, pero estoy convencido de que conocer mi laberinto interior es similar a conocer el Universo. Considero que la vida es como un viaje en el que sólo cuenta aquello que se puede experimentar de primera mano. Soy como un buscador que trata de abrir las puertas que los maestros te señalan. Y al parecer las puertas son tan infinitas como mi curiosidad.
¿Quién es Carmen?
Coincido con los que piensan que la pregunta «¿quién soy?» es la más difícil de responder de todas las preguntas posibles. En el momento en que alguien se define, la linterna de la atención se centra en un aspecto de sí mismo, quedando otros rasgos de la persona al margen de la definición. Como decía Walt Whitman, «soy inmenso y contengo multitudes». Teniendo en cuenta lo anterior, enfoco a algunas de mis partes más visibles: Vengo de un árbol con sus particulares trampas y sus característicos tesoros, soy madre de tres hijos maravillosos y estoy casada con una persona que suma felicidad a mi vida cada día, Paco Bou. Me licencié en psicóloga clínica y trabajo como psicoterapeuta desde hace casi un cuarto de siglo. Escribo y divulgo mensajes de consciencia junto con Paco, con la modesta y al mismo tiempo grandiosa intención de ser útil a quien lea lo que publicamos. Me apasiona seguir aprendiendo y poniendo al servicio de mis clientes y lectores mi corazón y todo lo que pueda ser útil en su camino. El año pasado, al cumplir 50 años, algo me hizo montar un vídeo de un minuto con 50 retratos míos, uno por cada año de mi vida. Mi familia siempre fue aficionada a la fotografía y no me fue difícil. El denominador común de esa imagen que va evolucionando a lo largo del tiempo, es algo medio escondido detrás de la mirada, un lugar al que casi no llega la luz de la linterna… quizás esa sea Carmen.
Fuente: EL PASAJERO