
Desde el uno de octubre de 1957 en el que el billete verde cambió su lema para introducir el famoso «In God we trust» («En Dios confiamos»), que se convirtió también en el oficial de Estados Unidos frente al anterior y mucho más secular «E pluribus unum» («Uno hecho de varios»)
“En Dios confiamos” se fraguó en la guerra civil americana tras la cual comenzó a acuñarse en las monedas, y movimientos protestantes hicieron campaña, sin éxito, para introducir una referencia a Dios en la Constitución. El “salto” de Dios al billete.
Un 90% de los americanos apoya el lema en el dólar. Su constitucionalidad, en razón de la separación entre religión y Estado, nunca ha llegado a ponerse en duda ante el Tribunal Supremo, aunque otros tribunales de nivel inferior sí se han pronunciado a favor, considerando que se trata simplemente de un “deísmo ceremonial”
Alejandro Jodorowsky dice que cuando la sociedad americana, que en general tiene un nivel de conciencia infantil, descubra este símbolo podrá acceder a mayores niveles. Todo símbolo es como un portal de acceso a otra enseñanza. En realidad lo sagrado lo hace nuestro ojo, si nuestro ojo es bueno todo es sagrado.