¿Sabe cuál es el problema del profesor de matemáticas?

¿Sabe cuál es el problema del profesor de matemáticas?

Entenderlas, como exigía Rutherford a los profesores a los que enseñaba a enseñar: «Si no puedes explicar un problema de forma sencilla, es que no lo has entendido de verdad»…

Conseguirlo no es nada fácil.

Porque hay que enseñar las matemáticas con todos los sentidos y no sólo con la razón… ¿Ha visitado alguna vez la Alhambra?

Hace años.

Sabrá que el rey ordenó a sus artesanos que decoraran hasta el último centímetro del palacio para que estuviera lo más cerca posible del paraíso descrito por el Corán…

¿Y…?

Creo que constituye el mejor ejemplo universal de geometría intuitiva.

¿Por qué?

Porque trescientos años antes de que el gran matemático Abel enunciara la teoría de grupos, aquellos artesanos andaluces la intuyeron.

¿Cómo?

Estaban obsesionados por cubrir toda la Alhambra, pero al mismo tiempo debían ser originales. Y ya sabe que el Corán no les permitía reproducir la figura humana, ni animales, ni plantas, ni ninguna figura de la naturaleza.

Porque sólo Alá puede crearlas.

Así que sólo les quedaba la geometría y yo creo que esa prohibición les hizo también formidables matemáticos y geómetras.

Lo fueron.

Aquellos artistas acabaron por descubrir la simetría periódica repetida como recurso expresivo y supieron explotarla a fondo. Como prueba, dejaron tallados en la Alhambra, ya en el siglo XIV, los 17 grupos posibles de patrones geométricos con los que puedes cubrir –o alicatar– el plano. No hay ni uno más ni uno menos.

A los matemáticos les costó 600 años de cálculos llegar a la misma conclusión que los artesanos: que sólo eran posibles 17.

¿Por eso resultan tan fascinantes?

Nos resultan tan atractivos porque los creadores granadinos acabaron por encontrar la esencia de la naturaleza, que es la simetría, precisamente porque no podían representar figuras.

¿Qué tiene de esencial la geometría?

La geometría también da la medida de la perfección en lo biológico: cuanto más simétrica es una flor, mejor néctar da. No sólo es la más bella, sino que es la mejor adaptada y evolutivamente más competente.

Supongo que por eso nos resulta bello un rostro simétrico.

O las paradojas visuales de Escher. También cualquier cocinero, músico, pintor o escultor intuye que en la simetría está el secreto de su arte, que es su armonía. En el fondo, imitamos la naturaleza, de forma consciente como Miguel Ángel, o inconsciente, como los artesanos árabes que dominaron la geometría artística.

Supongo que además es útil.

Es más que eso: la geometría y las matemáticas ensanchan nuestras mentes, lo que significa que pensamos cosas que encontrarán su utilidad en una realidad que aún no existe.

Ustedes calculan el futuro en sus mentes.

Sin la trigonometría de Euclides hoy la resonancia magnética no salvaría a nadie, porque no existiría. Einstein no pensó en la ley de la relatividad para crear el GPS, pero sin ella no funcionarían.

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Fuente: Extracto de una entrevista con Jin Akiyama, matemático, en La Vanguardia.

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