Reconectando con los valores,, leyendo a Séneca.

Reconectando con los valores,, leyendo a Séneca.
Lucio Anneo Séneca, El Joven (Corduba –se tiene por la actual Córdoba–, 4 a.C. – Roma, año 65) fue una importante figura de la cultura y de la política en el Imperio Romano durante los mandatos de cuatro emperadores, esto es, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón.

Su gran influencia como filósofo, intelectual y orador le granjeó prestigio, aunque también enemigos, en especial dentro del mundo político. Los cambios de gobierno marcaron a su vez su situación personal y su lugar de residencia, pues en ocasiones cayó en desgracia frente al emperador.

Así, siendo cuestor en Roma y conocido por su brillante dialéctica, César ordenó, por celos, su ejecución. Consiguió salvarse gracias a que convencieron al emperador de la mala salud de Séneca. Años después, una situación similar le llevó al destierro en Córcega, donde permaneció 8 años hasta que fue llamado a Roma, nombrado pretor y tutor de Nerón. En esta coyuntura, gobernó de facto por un largo tiempo, hasta que las intrigas motivaron su retiro de la vida pública. Séneca se dedicó a viajar y siguió escribiendo. Con todo, su reputación siguió causándole inquinas y fue señalado continuamente de falta de lealtad para con los gobernantes. Sabiendo que iban a acabar con él, y tras superar un intento de envenenamiento, Séneca se suicidó abriéndose las venas y tomando cicuta; al no surtir efecto, se sumergió en agua caliente y, curiosamente, el vaho le asfixió, debido a que padecía asma.

Séneca es el máximo exponente del estoicismo romano. Propugnaba el retorno a lo esencial para luchar contra la pérdida de valores en pro de lo material y lo antiético. Su obra ha influido notoriamente en los autores humanistas, pues se centra en la manera de hallar la felicidad en la sencillez y desde uno mismo, lejos de toda superstición.

Sus escritos aparecen como diálogos morales, cartas, tragedias y epigramas, y sus comentarios son una muestra originaria de ensayos, un gran referente para Montaigne, el creador de este género en su versión moderna. Podemos destacar “De la consolación a Helvia”, “De la ira”, “De la felicidad”, “De la providencia” o tragedias como “Hércules en el Eta”. He aquí frases de su pensamiento:

 

La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.

Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti.

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.

El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios.

Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos.

La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces solo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.

La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.

Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato.

Decir lo que sentimos, sentir lo que decimos, concordar las palabras con la mente.

No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.

El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo.

Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.

Si quieres ser amado, ama.

Fuente: www.alexrovira.com