
Es muy posible que lo que llevamos en nuestra maleta o, maletín en caso de los ejecutivos, sean sólo cargas. ¿Son siempre nuestras o estamos arrastrando situaciones, emociones y experiencias de otras personas?
-«Una persona de provecho hace esto y no lo otro… » Escuchamos desde pequeños en la familia y casi sin darnos cuenta lo colocamos en nuestra maleta como niños obedientes. ¡Hay tantas cosas que caben allí! También en el trabajo podemos repetir dinámicas inconscientes que nos conduzcan a cargar con una maleta demasiado grande y pesada.
Abre tu maleta, o maletín, y reflexiona sobre las cargas que llevas:
-¿Cuáles identificas como tuyas?
-¿Cuantas de esas cargas deseas seguir arrastrando por propia iniciativa?
-¿Cuantas puedes abandonar ya mismo?
PD: En la vida hay que mantener lo que sea útil y soltar lo que ya no necesitamos. De esa forma generaremos espacio para incorporar nuevas experiencias.