Lo que todos podemos compartir con un genio es la curiosidad. Son curiosos sin fronteras ni límites más allá de las respuestas que su época les da. No se conforman nunca con lo que saben. Y disfrutan maravillándose e interrogándose ante lo que para los demás resulta evidente.
¿Querer saber rejuvenece y creer saber envejece?
Por eso los genios tienen la curiosidad de los niños inquietos y mantienen esa frescura intelectual toda su vida. Y tal vez por eso también no suelen encajar bien con las estructuras académicas del saber que aspiran a dividirlo para convertirlo en poder.
Einstein se pregunta por qué el cielo es azul, igual que Da Vinci. He encontrado esa pregunta en sus notas. Y todos ellos toman apuntes sobre disciplinas que, en principio, no eran las suyas: astronomía, matemáticas, ingeniería, zoología, anatomía, música… Nunca renuncian a preguntarse sin límites.
¿Por qué?
Porque la otra característica del genio es su capacidad de relacionar cuanto, de entrada, parece distinto. El genio sabe intuir los patrones comunes en la belleza del universo. Y encuentran relaciones ocultas en lo existente.
¿Cuando te especializas, te las pierdes?
Profundizar en una materia no es más que trascenderla para aprender otras.
Usted explica el genio como emanación de una inteligencia colectiva, un equipo.
Todos trabajaban con colaboradores y en equipo, pero no todos disfrutaban liderando equipos. Da Vinci prefiere que sea Verrocchio quien dirija grandes estudios de arquitectos y artistas. Él se divierte creando, pero no en solitario: le encantaba rodearse de colegas.
¿Acaso Steve Jobs no era un gran líder?
Era excepcional creando equipos, pero también muy duro con ellos, y volvía loco a todo el mundo, pero al mismo tiempo sabía sacar a cada uno lo mejor de sí mismo. A sus equipos les hacía atravesar paredes que antes de trabajar con él ni siquiera sabían que existían.
¿Por qué?
Porque cuestionaba lo que creían saber. Les sacaba de su zona de confort. Y la prueba es que escribió un anuncio que lo deja claro: “Para los que no encajan en ningún sitio, los rebeldes, los eternos insatisfechos: para todos los que piensan diferente, porque quienes están lo bastante locos para creer que pueden cambiar el mundo son quienes lo cambian”.
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Extracto de una entrevista con Walter Isaacson, biógrafo de A.Einstein, B. Franklin y Steve Jobs; expresidente de la CNN.
Fuente: La Contra de La Vanguardia