
Hoy que es día de visita a cementerios, recuerdo que este tema fue una de las interesantes discusiones que tuve con mi maestro, hace 40 años, pues, a pesar de que en astrología tradicional se dan casos de predicción de la muerte, como la que hizo famoso a Nostradamus, al predecir la muerte del joven rey Enrique II de Francia en un torneo por clavársele una lanza en el ojo, opinábamos que la muerte, como el nacimiento, son dos de las circunstancias capitales en la vida del ser humano que nos trascienden a tan alto nivel que respetuosamente deberíamos obviar.
Tal vez, como todo en lo humano, sea solo una opinión, pero sentida profundamente como algo más; un sonido de fondo en mi camino cotidiano hacia lo que va más allá, y que debido a ese nivel de trascendencia requiere un sincero acto de humildad.
En efecto, podemos tomar por asalto los significados de la Casa VIII y jugar a arriesgarnos con aquellos que indican tradicionalmente el último acto, como se dice en esoterismo extremo: El último coito con el mundo. Jugar a ser Dios y decidir entre la vida y la muerte, o aún lo más grave, decirle a un consultante (como me ha llegado que han tenido la osadía o falta de escrúpulos algunos profesionales) que debido a una cuadratura de tal o cual planeta a la cúspide o planetas dominantes presentes en la Casa VIII, que en tal fecha van a morir. Con todos mis respetos que nunca me han de faltar por la esencia de todo ser humano, eso es, en mi opinión, un imperdonable acto de piratería para impresionar al personal; nada más. Y ante la objeción que se me puede hacer de que es deontológico informar de lo que encontramos en la prospección de la Carta, respondo que se puede informar de un periodo de dificultades importantes, crisis, como representan las cuadraturas, pero jamás determinar el desenlace. Eso no nos corresponde.
La clave de la Casa VIII es simplemente “La Casa II de la VII”, lo que creemos que necesita la Casa VII, y derivados de esta síntesis se pueden desplegar un sinnúmero de significados asociados, de entre los que no tenemos porque fijarnos en el que indica la muerte clínica. Tal vez si mucho me apuran podemos decir que la Casa VIII india la causa de la muerte o el concepto y preocupación que la persona tiene sobre este asunto.
Déjenme añadir algo que considero importante. En aquella época en la que a i maestro y a mí nos tenía ocupados discernir la determinación de la muerte por astrología estudiamos varios centenares de casos de muerte clínica documentada en la hora de ocurrencia, y llegamos a una interesante conclusión. En el momento de la muerte cínica encontramos en una brumadora mayoría buenos aspectos, trino y sextiles, ya fuera al Ascendente, a la misma casa VIII, al Sol o a la Luna. Lo cual no hizo más que corroborarnos el concepto oriental (mi maestro era budista) de la muerte como la gran liberación y la vía hacia la luz.
Sea cual sea, sin embargo, nuestro sistema de creencias, la responsabilidad social del astrólogo es similar a la del médico, psicólogo o cualquier profesional cuya vocación es la de atender y ayudar a otros. Y necesita recordar en todo momento que su conocimiento le da un poder que ha de ejercer con el máximo tacto y delicadeza, y pensando en el beneficio de su consultante, no en el suyo propio, y por tanto sujetando su necesidad de fama o reconocimiento.
Juan Trigo www.juantrigo.es
¿Quieres tener una consulta con Juan Trigo? Escribe a consultas@juantrigo.com
¿Quieres formrte en Astrología? Asómate a http://juantrigo.com/category/formacion/
1 Comentario
-
Los temas que comentan son muy interesantes