Psicogenealogía sobre el tablero
Imaginemos que cada familia es un juego de mesa, con sus propias reglas y sus propias fichas, las que en realidad nunca mueren, pues las nuevas vendrán a sustituir a las que falten. Si un caballo de ajedrez desaparece, puede entrar otro que se mueva como él, siga las normas del juego y tenga su misma finalidad. Es lo que nos pasa a las personas cuando:
-Nos ponen el nombre de un familiar
-Nacemos el mismo día que nació o murió un miembro del árbol.
-Heredamos sus pertenencias.
-Nos imponen la profesión o el negocio.
-Etc.
La buena noticia es que, a diferencia de las fichas del tablero, nosotros podemos llegar a ser conscientes de que estamos participando en la partida del árbol y salirnos de ella, con más o menos esfuerzo, quizás con algún acto psicomágico, a crear nuestro propio juego.