Procedimiento para que una falsa creencia sea considerada verdadera
Procedimiento para que una falsa creencia del árbol, frecuentemente proveniente de la rama de los bisabuelos, sea considerada verdadera:
1.-Qué se transmita en la familia con intensidad, con estímulos fuertes, impactantes, a través del lenguaje verbal o no verbal.
2.-Debe llegarnos frecuentemente. Por ejemplo, cada vez que se hable del matrimonio, que quede claro que es para toda la vida, o que si sale el tema de la homosexualidad, quede patente el rechazo, o que si se habla del dinero, se suponga que es incompatible con la felicidad. Así, de una manera constante.
3.-Estos mensajes locos nos llegan por diferentes canales: nuestros padres, tíos, objetos, cultura, inconsciente familiar y colectivo…
Un simpático cuento sufí lo ejemplifica
Érase una vez una cría de elefante que oyó a alguien decir: “Mirad, hay un ratón.” La persona que lo dijo estaba mirando a un ratón, pero el elefante pensó que se estaba refiriendo a él.
Resultaba que había muy pocos ratones en ese país y, en cualquier caso, solían mantenerse en sus madrigueras, y sus voces no se escuchaban demasiado alto. Pero la cría de elefante iba como un trueno de un lado a otro, en un estado de éxtasis por su descubrimiento, diciendo: “¡Soy un ratón!”
Lo dijo tan alto, tan frecuentemente y a tanta gente que –lo creáis o no- existe ahora un país entero en el que casi todo el mundo cree que los elefantes, y especialmente las crías de elefantes, son ratones.
Es verdad que, de vez en cuando, los ratones han intentado poner reparos a los que mantienen la creencia mayoritaria, pero siempre se les ha hecho huir.
Y si alguien quiere alguna vez volver a abrir de nuevo esta cuestión de ratones y elefantes en aquellos lugares, es mejor que tenga una buena razón, nervios de acero y medios efectivos de defender su causa.