Pareja: espacio libre de mentiras
Marido llama a su mujer por teléfono: Ya llegué a casa, ¿dónde estás tú?
Mujer responde: Salí a pasear al perro
Marido (con el perro acercándole sus zapatillas): Ah, vale. Te espero para cenar.
“Todo el mundo miente pero no importa, porque nadie escucha”, sentencia una de las Leyes de Murphy.
La mayoría de las mentiras tienen la utilidad de evitar las consecuencias negativas de decir la verdad. Se prefiere representar un personaje falso y que la relación se mantenga, antes de mostrarse auténticos y poner en riesgo la pareja. Sin embargo, ¿queremos vivir una obra de teatro o una vida auténtica?
Si el edificio de la pareja se cimienta en una estructura de mentiras, ¿cuánto de seguros nos sentiremos entre sus muros?
Los secretos y las mentiras, son notas discordantes que desafinan en una orquesta creada para danzar en el amor. Baila siempre con tu pareja al ritmo de la mutua confianza.
Hola! se pueden curar la mentiras en la pareja?