
COMUNICADO DE CARLO:
Espero que te encuentres muy bien. Tengo 42 años y vivo en Concepción, Chile. Te escribo para comentarte que ejercito la Psicomagia y que es muy importante para mi en este momento.
Hace tiempo que sigo tu obra, particularmente lo que has escrito y hecho en relación a la sanación mediante el arte.
Aprendí Tarot el año 92 en un momento de crisis y esto me permitió ir poco a poco entrando en este mundo nuevo que se abría para mí. Tiempo después conocí tu historia. Me hizo sentido lo que planteabas y entusiasmado decidí incorporar el Tarot restaurado a mi quehacer. Todo esto ocurría en un momento en que buscaba mi camino…sin saberlo estaba tras mi finalidad. Pero mi experiencia con la Psicomagia de la mano de Gabriela Rodríguez generó una serie de cambios que me llevaron, entre otras cosas, a tomar la decisión de ayudar a los otros a sanar.
Durante los 2 años que Gabriela vino a dictar los talleres de Psicomagia a Concepción, hice de asistente y me tocó ver los casos de muchas personas. Ayudar en los actos que realizaba y guiar a algunos participantes…fue maravilloso. Desde entonces comencé a profundizar algunos temas. Leí a Jung, me interesó el mundo de los arquetipos, volví a leer La Danza de la Realidad y Psicomagia ahora desde la perspectiva de mi vivencia. Retomé la pintura y me puse a componer música (me había titulado como técnico en sonido años antes).
Comencé a atender consultas y a realizar talleres de Tarot. Lo que ocurrió después fue brotando espontáneamente. Empecé a utilizar la Psicogenealogía en las consultas y claro…todo cobró sentido. Los consultantes se iban muy claros de los procesos que estaban viviendo. Pero en una ocasión una mujer me dijo: “pero qué puedo hacer si ya sé lo que me ocurre?”…le prescribí un acto. Surgió naturalmente, estaba tan claro en lo que le ocurría, que fluyó sin esfuerzo. Le pedí que me enviara un e-mail para saber qué había ocurrido con ella.
Se fueron sucediendo las consultas, hasta que un grupo de personas, ex alumnos de uno de mis talleres de Tarot, me pidieron que les hiciera una sesión de Psicomagia porque querían trabajar con sus límites, mirarse interiormente y buscar un cambio.
Recordé lo que habías dicho en tus libros acerca de qué debe hacer alguien que quiera ocupar la Psicomagia. Leí muy atento Manual de Psicomagia, y aunque creo que no cumplo con todos ellos, estimo que puedo contribuir a la sanación desde el lugar en el que me encuentro. Este fue el impulso final, decidí hacer la sesión para mis alumnos. ¿Los resultados?…he recibido comentarios de muchos de ellos, agradecidos, contentos y sobre todo más conscientes.
Cuando atiendo consulta, o realizo un taller, estoy 100% presente, concentrado, claro de la responsabilidad que implica el decir algo que puede ser fuerte, hacer que el otro se haga consciente y prescribir un acto metafórico.
Todo lo que cuento aquí es mi experiencia, quizás no es grande en cuanto a años, pero es la suma de aprendizajes anteriores sumado a las técnicas desarrolladas por ti. Veo los frutos de lo que hago y eso me motiva día a día.
RESPUESTA DE ALEJANDRO JODOROWSKY:
Estimado Carlo:
¿Qué te puedo decir? Entregué mis conocimientos al viento, y él los lleva a donde quiere. Sembré mis conocimientos sin ver en qué tierras lanzaba mis semillas. Pueden crecer árboles frutales o malezas. ¿Cómo impedir esto? Sólo me queda rezar al Impensable, para que tú actúes movido por el deseo de ser útil al mundo, con toda humildad y destreza. ¿Puedes? ¿Lo haces porque tu Dios interior te impulsa a hacerlo, o porque tu ego ve en ello una manera de exaltarse, ser gurú y acumular dinero fácil? La Psicomagia debe ser realizada por grandes artistas o por santos, si no es así, es peligrosa: de pronto provocas una muerte anticipada, un suicidio, una neurosis, un divorcio, un drama familiar. ¿Te sientes infalible? ¿Tan infalible como para ponerte a dar talleres y crear «psicomagos»? ¿Quieres verte rodeado de egos débiles que admiran tu ego poderoso? ¿O eres una honesta persona? Si eres una honesta persona, no «formes » psicomagos. Da talleres para sanar problemas individuales. Al cabo de unos 10 años de práctica, podrás formar a discípulos, no antes. Si lo haces antes eres un charlatán. Tampoco, por ganar dinero, formes un rebaño que se haga adicto a tus actos (los psicoanalistas viven ordeñando los pesos de su grupo de pacientes). Esto es lo que honestamente pienso: la psicomagia es un arte y debe ser practicada por verdaderos artistas (personas que han trabajado por realizar una obra poética dándole su alma entera). Cuando no se tiene talento de artista, se debe desarrollar la santidad civil. No entiendo cómo algunas personas que han asistido a unos pocos talleres se sienten capaces de ponerse a impartir talleres y a crear profesores. Eso es una estafa, por muy bien intencionada que sea. Yo, durante más de 30 años, practiqué las lecturas de Tarot, los análisis del árbol genealógico y los actos de psicomagia, en forma gratuita. Cuando establecí, aprendí, integré, estos descubrimientos, recién entonces comencé a impartir talleres, no para crear psicogurús sino para realizar curaciones en grupo de problemas personales. Para convertirse en un Maestro formador de Maestros se necesitan muchos años de práctica. Me pareces que estás procediendo con demasiad ingenuidad. Ten cuidado. Recupera tu humildad, cesa de dar talleres y dedícate a consultas individuales, hasta que, al cabo de una larga experiencia, (10 años por lo menos) hayas logrado domar a tu ego.
Un saludo afectuoso:
Alejandro.