No se trata de superstición.

No se trata de superstición.

¿Es casualidad que en aquel hospital la llegada de un gato bastante especial a los pies de la cama del enfermo terminal se conectara con el tránsito del alma del enfermo hacia el otro plano? ¿Y sobre todo, que aquello se repitiera una y otra vez convirtiendo al gato en una especie de indicador del fin de la vida de los pacientes terminales que parecía seleccionar? –Preguntó el discípulo.

-Respondió su maestro: Sabes que los animales no suelen estar permitidos en los hospitales y menos que puedan visitar a voluntad a los pacientes… Pero te contaré otra historia:

Estaban sentados frente a una estufa en un frío día invernal y en el momento de la rotura de su tapa sonó el teléfono, tras descolgarlo le comunicaron el fatal desenlace de la muerte de un familiar.

– ¿La rotura de la estufa y la muerte pueden ser efectos de una misma causa?

– Estas suelen ser las conexiones que la gente convierte en supersticiones. Pero no es este el objetivo que persigo que comprendas. Veamos ahora otro ejemplo y quiero que trates de interpretarlo:

El matrimonio todavía estaba en la cama, poco antes de que sonara el despertador y uno de los cuadros de la habitación se desplomó despertándolos de forma sobresaltada. Te diré como dato que sólo habían dos cuadros colgados, ambos eran ilustraciones del mismo estilo y autor. Fueron un regalo del autor a la pareja. El cuadro no se rompió, pero sin duda fue una forma bastante “salvaje” de pasar al estado de vigilia.

-Apuntaré algunas ideas:

Dado que no se ha roto, y sabemos quién lo pintó y regaló, tal vez el autor quiere ponerse en contacto con esa pareja por algún motivo…

La forma de “despertarlos” es bastante significativa, como un grito.

– ¡Vas por buen camino! En este sentido, los cuadros, la caída de los mismos, etc. son señales de desequilibrios. Por ejemplo, en el caso del retrato de una persona que conocemos y tenemos en nuestro hogar, si el cuadro cae sin que nosotros lo tiremos, en la relación que nosotros tenemos con esa persona –la del cuadro- existirá también una quiebra. Siempre referido al plano en qué tal persona existe para nosotros y nada más.

– ¡Ya voy comprendiendo! Este es el significado tan arraigado, y tan incomprendido de las supersticiones.

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