Los pesimistas generan futuros malos.

Los pesimistas generan futuros malos.

Pienso que el futuro en el que crees es el que acabas materializando, así que debes vivir el futuro que quieres ver.

¿Pero cómo se vive en el futuro?

Yo trato a las personas como deseo que estas traten a los demás en el futuro, mientras que muchas personas quieren que se trate a los demás como a ellas las trataron en el pasado, es decir: mal. Como artista siempre he intentado que el arte pertenezca al futuro en el que yo querría vivir, y así hacerlo más posible.

¿Cuál es su visión del futuro?

La interconexión de las mentes, cada día más evidente. Perdemos individualidad, pero no me parece una gran pérdida.

¿A usted su mente nunca le ha dicho “esto no vas a saber hacerlo”?

Tengo una seguridad en mí mismo muy infantil, y en realidad no sé hacer nada. En una ocasión el gran teórico de la música Robert Fripp me dijo: “La razón por la que me gusta trabajar contigo es porque eres muy naif para comprender lo que no es posible”. Ser un offsider con mucha seguridad en ti mismo es beneficioso.

¡Qué suerte!, ¿a quién se la debe?

A mi tío, muy excéntrico. En los años 30 estando en la caballería inglesa en India se cayó del caballo, se dio un golpe en la cabeza y se quedó ocho años viviendo allí convertido en místico. Él me introdujo en el mundo de la pintura.

¿Cómo lo hizo?

Me enseñó un libro de Mondrian y me dijo: “Yo no entiendo esto, pero probablemente tú sí”. Yo tenía 11 años, así que me pareció muy halagador, y me dio la confianza en mí mismo para tener mis propios sentimientos sobre las cosas.

Gran impacto.

Era jardinero y cartero, como mi padre, pero todo el día inventaba teorías extrañas, y así me enseñó que el conocimiento no es algo que está ahí y tienes que aprender, sino algo que tú mismo fabricas asociando ideas.

Usted ha sido maestro, ¿qué aprendió?

Que es el trabajo más difícil, y que los buenos profesores son unos genios de la empatía. Yo soy demasiado egoísta, me interesa mi propio mundo. Pero producir discos es algo parecido a la enseñanza y eso lo hago bien, sé guiar hacia el sentido, sin perderse en la forma.

Todo lo que ha producido, algunas cosas muy especiales, han sido un éxito.

Por encima de todo quiero hacer cosas y no puedo parar de hacerlas, y tengo facilidad para descubrirlas antes de que sean evidentes.

¿Qué persigue usted?

Cuando tenía 17 años la madre de mi novia, una científica a la que respetaba mucho, me dijo algo que me cambió la vida: “No puedo entender como alguien con un buen cerebro como el tuyo quiere malgastarlo siendo un artista”. Desde entonces cada nueva obra es un intento de responder a por qué el arte existe y qué nos aporta.

¿Cómo distinguir a un buen artista?

Es un detonador que lo hace explotar todo.

¿A qué teme Brian Eno?

Me asusta que cada vez más gente piense que las cosas van a empeorar, porque eso saca lopeor del ser humano.

¿Cuáles son las prioridades en su vida?

Dar respuesta a la pregunta de por qué existe el arte. Conocemos la parte izquierda de nuestro cerebro, la lógica, y confiamos en ella. Pero apenas sabemos nada de la derecha, la creativa, y eso se refleja en la sociedad: como no conocemos, despreciamos; el arte está siendo desplazado en la educación y me parece grave.

¿Qué merece la pena en la vida?

Aquello que me produce más felicidad, y casi siempre tiene que ver con lo que sucede dentro de mi cabeza.

 

Extracto de una entrevista con Brian Eno, productor, compositor, artista visual, tecnólogo y ensayista. Fuente: La contra de La Vanguardia

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