Las enfermedades están creadas por la familia
Apunta Alejandro Jodorowsky que la conducta, la forma de vivir, la concepción del dinero, las relaciones emocionales y sexuales, todo está creado por la familia. El campo genético y psicológico del que venimos marca nuestra vida entera. Por tanto si queremos comprendernos, es necesario entender nuestro árbol familiar. Estamos poseídos, como en el vudú, por los ancestros familiares.
Dice que esto lo descubrió poco a poco, al leer el tarot. No fue un descubrimiento intelectual. Sucedió progresivamente, buscando el origen de los problemas de la gente, descubrió que su árbol genealógico estaba allí frente a él.
Reconoce que Jung también habló de la importancia del árbol genealógico. Que estaba en lo cierto, sin embargo actuó con mucha timidez. Jung tuvo mucha intuición, dijo cosas aunque no profundizó en ellas y le faltó aplicarlas a toda la humanidad.
¿Qué podemos hacer?
Agarrar nuestros problemas en una mano y trabajar con ellos. Explorar el árbol genealógico supone afrontar una batalla con el “monstruo”, para que nos pueda dar el tesoro. El árbol genealógico es como una pesadilla, donde encontramos sadomasoquismo, narcisismo y odio por todas partes. Nos recuerda que con este excremento, que es el árbol familiar, tenemos que producir un verdadero tesoro…
Fuente: La Constelación Jodorowsky
Me he dado cuenta que todo esto es verdad, pero si uno sana, ¿porqué persisten las repeticiones en los hijos o resto de familiares? ¿cada quien debe sanar su parte para sanar el árbol completo?. ¿Entonces el trabajo es interminable?. Un abrazo
Buena reflexión, María. Date cuenta que no sólo “cargamos” con los conflictos de nuestro árbol, también heredamos conflictos sociales y culturales enquistados de años y hasta siglos… algunos costarán varias generaciones de seres que sanen en la consciencia para erradicar su efecto…
Un abrazo y gracias por tu presencia en el blog.
Me encanta su blog… Me gustaría saber cómo cambiar eso que llama Alejandro Jodorowsky el “excremento” del árbol genealógico en un verdadero tesoro.