Es probable que el auténtico viaje exterior siempre vaya acompañado de un viaje interior, más complejo y transformador. Cuando viajamos hacia fuera, tal vez el país extranjero sólo sea una metáfora de lo nuevo por descubrir, del abandono de lo viejo y de la estrechez de miras.
Y aunque es cierto que todo puede ser un maestro y de todo podemos aprender, ¿hemos conectado ya con nuestro maestro interior? El que todos llevamos dentro y tal vez se resiste a mostrarse. Con mucha frecuencia podemos proyectarlo sobre diferentes personas como maestros, gurus, sabios, etc.
Por último ¿nos hemos preguntado alguna vez sobre nuestra jerarquía de valores? La ley, la moral, los principios sociales… Sean cuales sean nuestras ideas lo que es seguro es que también viajamos con ellas y puede que nos condicionen mucho más de lo que estamos dispuestos a aceptar.