Alejandro Jodorowsky: Una cosa es educar a un niño y otra bien diferente domarlo. ¿Educar es deformar pacientemente a los niños para moldearlos a nuestra imagen? No deberíamos llenarles la mente con nuestro ego. Hay que dejar que descubran su propio mundo. La educación comienza por enseñar a los padres a ser padres.
¿Qué es eso que llamamos educación?
Claudio Naranjo: es un sistema de adoctrinamiento para la sociedad que sólo se ocupa de la mente racional y que actualmente es la responsable de crear seres egoístas y prácticos que no tienen una dimensión del goce de la vida.
Juan Trigo: la educación es uno de los condicionamientos básicos que exige la bestia (la monstruosa máquina de producir y alimentar su codicia insaciable que ha creado la sociedad humana desde hace siglos) para perpetuar su atroz existencia. Todas las piececitas en su sitio y rodando al ritmo al que han sido mecanizadas (educadas/condicionadas)
Einstein: es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada. La única fuente del conocimiento es la experiencia y lo más importante consiste en no dejar nunca de hacerse preguntas. La imaginación va por delante del conocimiento y la única cosa realmente valiosa es la intuición.
Sir Ken Robinson: Los niños son creativos y no les importa equivocarse, se atreven hasta con lo desconocido y luego siguen a otra cosa. Pero el sistema educativo les mata la creatividad, porque no se admite el error. Todo el sistema está basado en la prohibición y la corrección del error.
Después de hablar de educación… ¿qué es educar?
Claudio Naranjo: educar es integrar las personas en el mundo en que vivimos, dotarlos de instrumentos necesarios para reconocer de forma efectiva sus potencialidades creativas y evolutivas, con el objetivo de que evolucionemos como seres equilibrados y eficientes en una sociedad en continuo proceso de cambio.
Juan Trigo: No me gusta nada la palabra “educar” porque tiene demasiada similitud con la palabra “condicionar”… Prefiero la de ayudar a los hijos a valerse por sí solos, y por lo tanto dejar de transmitirles el miedo a la libertad en la que nosotros hemos sido educados.