Nadie duda de lo positivo que es conocer nuestras aptitudes y debilidades antes de entrar en una relación. ¿Pero somos conscientes de las personas que se sitúan frente a nosotros, con las que establecemos relaciones de pareja, socios, e incluso de nuestros enemigos declarados?
Los médicos, psicólogos y terapeutas establecen una relación con sus consultantes que guarda ciertos paralelismos con la de pareja, aunque sea evidentemente profesional. También cuando vamos a tomarnos un café con un amigo para contarle cualquier cosa, en ese instante, representa el papel de nuestra pareja. Aprenderemos mucho si somos conscientes de ello.
Aquello que admiramos o que aborrecemos de los demás suele ser algo que posiblemente esté en nosotros, aunque no seamos capaces de verlo.