Hablamos de niveles de conciencia cuando de lo que se trataría es de obtener la mejor visión de uno mismo. Algo que nos exigirá trabajo y que difícilmente nos llegará como regalo caído del cielo.
Escuchamos que alguien tiene un nivel de conciencia muy elevado y cuando hablamos con esa persona descubrimos que la altura que esgrime es un indicador del tamaño del “árbol” en el que vive. Algo que indica miedo…
El “árbol” es una metáfora de sus actitudes defensivas: grita más fuerte, ha convertido la jungla en “su jungla”, dice que la ley igual para todos -la suya-, impone sus creencias y costumbres, etc.
Debemos hacernos preguntas. Todas tienen respuesta a pesar de que unas nos resultarán útiles porque servirán para crecer y otras en cambio solo servirán para entretenernos. Es una lástima que en la jungla de los pingüinos, la nuestra, el entretenimiento bajo cualquiera de sus formas sea la terapia triunfadora.
P. Brooklyn. Periodista que escribe sobre la vida de los pingüinos