¿Lo tenía todo bajo control?
-Sí. Cada paso y movimiento estaba estudiado de antemano y siempre perfectamente asesorada externamente. Sin embargo, como advierten las personas de sabiduría, el principal enemigo nunca viene de fuera.
Por tanto aquellas voces, en forma de pensamientos desestabilizadores y obsesivos que escuchaba, ¿debían estar en su interior?
Claro está que resulta más sencillo descubrir al enemigo cuando viene de frente, cuando la vida lo sitúa fuera. Los grandes y peligrosos saboteadores, aquellos que preferimos ocultar encerrados en las profundidades de nuestro inconsciente, se convierten con el tiempo en bombas de relojería preparadas para estallar en el momento más inesperado…
Y resultaba todavía más difícil de admitir que posiblemente aquellos “terroristas” que la habían hecho fracasar eran sólo una parte de ella misma que de momento desconocía.