Alejandro Jodorowsky: Antonin Artaud, poeta genial, renovador del teatro, ex surrealista y más surrealista que todos, termina asesinado por los médicos, so pretexto de que está loco. Veamos lo que dijo en el “Pesa-Nervios”: “Ciertamente la inspiración existe. Y hay un punto fosforoso donde la realidad se recupera, pero cambiada, transformada – ¿y en virtud de qué?-, un punto de mágico empleo de las cosas. Y creo en los aerolitos mentales, en cosmogonías individuales”.
¿Locura?
A Pierre Janet que, en “De la angustia al éxtasis”, considera el éxtasis como una manifestación psicasténica, le responde Bergson en “Las dos fuentes de la moral y la religión”: “Hay estados mórbidos que son imitaciones de los estados santos: no por éstos son menos santos y los otros menos mórbidos”… Y reconoce, sin embargo, que es difícil hasta para los santos delimitar si un éxtasis es mórbido o iluminatorio. Dice que los santos mismos previenen a sus discípulos contra las alucinaciones.
En fin, ¿qué otra cosa buscan los consumidores de drogas si no es la iluminación? Timothy Leary en su ensayo “La experiencia psicodélica” dice:
“Una experiencia psicodélica es un viaje a nuevos reinos de la conciencia. La extensión y el contenido de la conciencia no tiene límites, pero sus rasgos característicos son LA TRASCENDENCIA DE LOS CONCEPTOS ORALES, DE LAS DIMENSIONES DEL ESPACIO-TIEMPO, DEL EGO O DE LA IDENTIDAD. Tales experiencias tienen por fin el de amplificar la conciencia. Claro que también existen otras diferentes maneras de lograrlo: pérdida de los sentidos, ejercicios de Yoga, meditaciones disciplinadas, éxtasis religiosos, estéticos o espontáneos. Recientemente estos reinos se revelaron accesibles a cada uno de nosotros gracias a la ingestión de drogas psicodélicas como el LSD, la psilocibina, la mescalina oel DMT. ES EVIDENTE QUE LA DROGA NO PRODUCE LA EXPERIENCIA TRASCENDENTAL. Ella es la llave química, ella abre el Espíritu, ella libera el sistema nervioso de sus estructuras ordinarias.”
Como se ve, el rey de la experiencia psicodélica reconoce que el fin de sus prácticas es encontrar la iluminación. Iluminación que la droga no otorga. La droga sólo facilita el camino. Como lo facilita la meditación, la oración y el ayuno.
Yo opino que la meditación, la oración y otras prácticas religiosas no dañan el organismo del hombre que las practica, en tanto que las diferentes drogas lo aniquilan.
El Libro de los muertos tibetano describe así la iluminación, al darle consejos a un hombre en el momento de la muerte:
(Pondré mi nombre en los espacios donde se debe citar el nombre del sujeto que padece la experiencia).
Alexandro: Ha llegado el momento de que busques un nuevo nivel de la realidad. Tu Ego y el juego de Alexandro van a cesar. Vas a encontrarte frente a la Clara Luz. Vas a tener la experiencia de su realidad. Llegarás al estado de liberación del EGO donde todas las cosas son como el cielo, vacío y sin nubes, y donde el intelecto está desnudo e inmaculado como el vacío transparente. En este instante, conócete y permanece en aquel estado.
Alexandro: Lo que se llama muerte del Ego, viene a ti. Recuerda: Ahora es la hora de la muerte y la Resurrección. Usa esta muerte temporaria para alcanzar el estado perfecto, La iluminación. Concéntrate sobre la Unidad de todos Clara Luz. Sírvete de ella para alcanzar la comprensión y el amor. Si no puedes mantenerte en la beatitud de la iluminación y si caes en contacto con el mundo exterior, recuérdate a ti mismo. Las alucinaciones, las visiones y las penetraciones psíquicas interiores te enseñarán mucho lo que eres tú y el mundo. El velo de la percepción cotidiana será destrozado y arrancado de tus ojos. Recuerda la Unidad de todos los seres vivientes. Recuerda la felicidad de la Clara Luz. Déjate guiar por esa luz a través de las visiones de esta experiencia. Déjala que te guíe a través de la nueva vida que vas a tener. Si te sientes conmovido, invoca la memoria de tus amigos y el poder de la persona que más admiras.
Alexandro: Trata de alcanzar la experiencia de la Clara Luz y de permanecer en ella. Recuerda. La luz es la energía de la vida; la llama sin fin de la vida. Un río tumultuoso de colores siempre cambiantes puede venir a tragarse tus visiones. Es la transformación incesante de la energía. El proceso vital. No le temas. Entrégate a él. Alcánzalo. Recuerda también. Más allá de la ola agitada de la electricidad vital se encuentra la última realidad. El vacío. Tu propio conocimiento, no formado en lo que cualquier cosa que posea forma o color, está vacía, natural. La Realidad Final. El Bien entero. La Calma Total. La Luz. Lo irradian. El movimiento es el fuego de la vida de donde venimos todos. Alcánzalo: Forma parte de ti. Más de la Luz de Vida se encuentra el silencio apacible del Vacío. La calma beatitud más allá de todas la transformaciones. La sonrisa de Buda. El Vacío no es Nada. El vacío es comienzo y fin en el mismo. Sin obstáculo, brillante, conmovedor, bienhechor y silencioso. Ese es el estado de la perfecta iluminación. Tu propia conciencia brillante, vacía e inseparable del gran cuerpo irradian no tiene nacimiento ni muerte. Ella es la Luz Inmutable. El conocimiento del comienzo sin forma. Saber esto basta. Reconoce el vacío de tu propia conciencia como estado de Buda. Conserva este conocimiento en tu y te mantendrás en el estado divino de Buda.
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La experiencia de la Iluminación va más allá del lenguaje oral. Es imposible traducirla en palabras. Precisamente se alcanza cuando el hombre se libera de las palabras. Es por esto que todos los textos que se refieren a ella son casi incomprensibles para los hombres que no han imaginado esta clase de experiencias. Quien no haya meditado, quien no haya pasado varias horas sentado, con la columna vertebral recta, vaciando la mente, tratando de no pensar, de crear el vacío interior, no puede comprender este fragmento de poema de Allen Ginsberg:
“Me ruega ser lo Uno y o lo otro, decir que soy los dos y no ser ni lo uno ni lo otro.
Aquello puede ocuparse de sí mismo sin mí.
Es Doble Sin Respuesta (Aquello no tiene ese nombre)
Aquello vibra sobre mi máquina de escribir eléctrica
Aquello imprime una palabras fragmentaria.
Que es una palabra fragmentaria”
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En fin, leyendo la historia de las religiones desde el cristianismo, Budismo, Taoísmo, pasando por los éxtasis de los ceviches de los judíos jazidicos y también por el chamanismo y todos los cultos primitivos…
Examinando la filosofía platónica, neo-platónica. el gnosticismo, el romanticismo, el surrealismo, la action-ainting, etc…
Llega uno a darse cuenta que desde siempre, todas las actividades humanas han buscado la ILUMINACIÓN.
¡Es hora de que esa búsqueda se acepte como una aspiración normal! Es hora de que se reúna un grupo de místicos y científicos para codificar una “guía práctica de la iluminación”. Y que la enseñanza de la iluminación se implante desde las escuelas primarias.
¡Pido que se inaugure en la universidades de México un curso obligatorio de meditación budista Zen!
La enseñanza ha sido demasiado “cultural”. Hemos atiborrado a los estudiantes de palabras, fechas, y conocimientos imprácticos. El hombre debe alcanzarse. El hombre debe meditar e iluminarse.
En las grandes salas de meditación deben reunirse humildemente ministros, presidentes, obreros y estudiantes. Urde que la raza humana despierte y entre en el único camino que la sacará de la enfermedad social que está padeciendo. Urge que la humanidad MEDITE Y SE ILUMINE.
Nota: Alejandro Jodorowsky nos envía estos artículos de una revista mexicana sin importancia -un pasquin uiversitario- publicado «hace siglos» y que nadie pareció leer. Son tres partes sobre la ILUMINACIÓN.
Deseamos que lo disfruten.