«No pienses que el jardín pierde su éxtasis en invierno.
Es silencioso, pero sus raíces están ahí debajo.»
Rumi
Ejercicio:
-Toma un papel en blanco y unos lápices o rotuladores de colores.
-En ese lienzo proyectarás tu mundo interior utilizando la metáfora del jardín. Relájate y proponte ser espontáne@, no esperes que nada suceda, ni impidas que suceda lo que tenga que suceder.
-Para empezar, divide el terreno en cinco arriates: uno en el centro y cuatro en torno a este en las formas y tamaños que vayan saliendo.
-En el arriate del centro dibuja (utilizando elementos de un jardín: plantas, árboles, frutos, hierbas, piedras, etc.) como te sientes contigo mism@, con tu mente, tu cuerpo, tu salud, tus emociones…
-En el arriate de arriba a la derecha, dibuja igualmente con elementos de jardín, cómo te sientes con tus responsabilidades (trabajo, estudios, tareas domésticas, compromisos…).
-En el arriate de arriba a la izquierda, dibuja simbólicamente cómo te sientes con tus actividades de ocio y tus amigos (hobbies, juegos, reuniones sociales…).
-En el arriate de abajo a la izquierda, dibuja siguiendo la metáfora del jardín, cómo te sientes con tu familia tanto la de origen como la que has creado o quieres crear.
-El el arriate de abajo a la derecha, haz el dibujo de cómo te sientes respecto a tu pareja y/o relaciones muy íntimas de amistad.
-Contempla tu obra con amor por unos minutos, atendiendo plenamente a lo que los detalles y la imagen completa te inspiren.
-Agradece todo lo bello y fructífero que aparece en tu jardín interior y proponte con compasión entregarte con más empeño a aquellas zonas que necesiten más atención y cuidado.