Todos conocemos a algún grupo musical que sonó en todas partes encandilando a millones de personas durante los cuatro minutos de una canción. Sin embargo pasados los aplausos nunca más lograron repetir la hazaña. «Murieron de éxito»
El éxito desproporcionado al inicio de una carrera puede convertirse en una condena. El éxito es solo una fase del ciclo que obliga a reinventarse con humildad para seguir creciendo. Son muchos los escritores -y creadores de distintos ámbitos- que tras un enorme y sorpresivo primer éxito viven prisioneros de la popularidad cosechada. Son incapaces de seguir creando, como mucho se dedican a repetir su obra con distintos matices. Sin embargo, en un mundo cambiante, repetir la misma fórmula nunca conduce a idénticos resultados. Desde ese punto de vista “el éxito” es lo más parecido a la muerte…
¿Conocen la historia de aquel hombre que deseaba abrir un negocio y acudió a un sabio para que lo aconsejara? El sabio le dijo que durante dos años, antes de abrir el negocio, se paseara por la ciudad repitiendo que “no hay esperanza”…
Después de dos años repitiendo aquella frase tuvo que superar muchas dificultades y se armó de herramientas tan poderosas que se inmunizó frente a la adversidad. El negocio prosperó gracias a las dificultades que lo curtieron, de no haber pasado por ellas jamás habría triunfado.
Ta vez por esa razón Churchill dijo que: “el éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. Alejandro Jodorowsky afirma que: “a los buscadores de premios, el peso de los trofeos los hunde en la memoria. En cambio el fracaso es un salvavidas que los devuelve al presente.”
“Exit = salida”