¿En una pareja une más la sexualidad que el amor?

¿En una pareja une más la sexualidad que el amor?

«Con amor se puede ser amigos, con amor se puede ser padres de hijos, con amor se puede ser compañeros de trabajo, con amor, claro, se puede ser pareja… pero sin sexualidad, sin deseo hay que llamarle a la relación de otra manera: ser compañeros, estar hermanados… Hay parejas que eligen un camino en común sin sexualidad, pero entonces no son pareja, simplemente, porque la pareja pierde todo su sentido… Claro, pero esta reflexión parte desde lo profundo porque en la vida cotidiana hay todo tipo de relaciones, personas que se casan, que viven juntas, que se llaman parejas… y que está por ver qué vida sexual tienen. Pero si hablamos de pareja desde un punto de vista esencial, no creo que se pueda concebir como tal si no existe el vínculo sexual… De todas maneras, no quiero olvidarme de un aspecto de tu pregunta: el tema de la escucha. A mí me parece que este tema está un poco mitificado. No sé si resulta necesario escucharse tanto. Me parece más importante escucharse bien, pero poco. Creo que se ha magnificado el asunto de que la pareja tiene que comunicarse. Para empezar los deseos y estilos de comunicarse de una mujer suelen ser muy distintos de los de un hombre. La mayoría de las mujeres sienten que los hombres no las comprenden. La mayoría de los hombres sienten que las mujeres no les comprenden… Y mi opinión es que es así, que no nos comprendemos, pero lo que me parece una solución es que dejemos de intentarlo. Es mejor no tratar de comprender lo incomprensible. También es un logro rendirse al misterio del otro. Además los pedidos de comprensión hacia el otro muy a menudo vienen de la propia dificultad de ofrecerla. Yo abogo por que la pareja se comunique bien, y eso significa: mirar al otro y respetarle; escuchar lo que tiene que decir, teniendo en cuenta que lo que tiene que decir el otro es, a veces, muy poco o muy distinto de lo que queremos escuchar; respetar que, a menudo, la forma de comunicación de la otra persona es el silencio o contar veinte anécdotas… Aceptar todo esto es, para mí, comunicarse bien. Por otro lado la comunicación genuina y buena consiste en ser y vivir como uno es a cada momento estando con el otro sin necesidad de enmascararse e inventarse un personaje. La verdadera comunicación es vivencia y convivencia. La comunicación ocurre siempre. Hablar sobre los asuntos, sobre lo vivido, no es verdadera comunicación, es meta-comunicarse y de esto no hay que abusar, porque entonces las parejas tratan de comunicarse entre comillas y se olvidan de vivir, de que ya son comunicación por el mero hecho de estar presentes. Como decían los teóricos de la comunicación, no es posible no comunicarse. En verdad en una pareja se sabe todo del otro, sólo que a veces prefieren hacer ver que no lo saben, o se pretende que debe ser diferente. En realidad resonamos tan profundamente con el otro que comunicar sería sólo transparentar lo que el otro ya sabe.»

Joan Garriga

3 Comentarios

  1. Juan Trigo 9 años hace

    Yo diría que la sexualidad es como una esponja que ha absorbido y conformado desde niño en patrones de supuesto desahogo (pero que realmente no sirven para eso, sino que es otro autoengaño) muchas frustraciones, incomprensiones, contenidos traumáticos, de forma que en la confrontación sexual con la pareja aparecen muchas veces de forma tan violenta como Jinetes del Apocalipsis. Al principio la trampa de la novedad como estímulo principal los disfraza y oculta, pero cuando disminuye ese estímulo de la novedad entonces aparecen esas frustraciones escondidas en forma de ausencia de habilidad del hombre (o cansancio si a esta le cuesta mucho estimularse) o su hartazgo en ceder a ciertas fantasías sexuales. Aquello de “has de mi lo que quieras” ya no ocurre. O al revés, éste empieza a ver defectos físicos en la mujer (según su patrón de la mujer que tienen en la mente) que antes no vio. Desde luego es mucho más complejo que eso, pero en definitiva el juego sexual en la pareja puede ser un banco de pruebas que saque a flote muchas represiones infantiles y la sinceridad podría ser una herramienta útil para ir trabajando tales traumas, pero la sinceridad es un arma de demasiados filos y alcance difuso, que también puede esconder bloqueos en el niño/niña heridos.

  2. Autor
    Carmen Guerrero 9 años hace

    Desde luego, Juan. Y en la pareja, vista ésta también como un laboratorio de autoconocimiento y de transformación personal, yo diría que la sexualidad es un barómetro bastante fiable de la salud recuperada de nuestr@s niñ@s interiores y de la salud de la pareja en si.
    ¿Sinceridad? ¡Oh! ¿Qué pensáis, amigos? ¿Somos realmente sinceros con nuestra pareja? ¿lo somos con nosotros mismos?

  3. june 9 años hace

    Muy hermoso el artículo.
    Un abrazo.

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