En aquella época con catorce años cumplidos se cursaba el Bachillerato. Entre otros muchos cambios, de la enseñanza obligatoria con un maestro se pasaba al instituto donde había un profesor diferente para cada asignatura.
Un pariente lejano que trabajaba de profesor le dijo: “Ahora aprenderás a aprobar exámenes. Descubrirás la libertad de aprender lo que te digan que has de aprender”
Por lo que dices parece que el sistema educativo en esta etapa otorga poco valor al concepto de libertad. -Dijo el adolescente.
Olvídate de eso que llamas libertad e incluso de la creatividad. Enseñanza reglada significa que todo está dirigido y sometido a normas bastante estrictas. ¿Adivinas lo que pasará si te enfrentas al sistema? Permanecer dentro sin formar parte de su maquinaria -es decir sin creértelo- es el camino del medio.
Curioso esto de la enseñanza -pensó. ¿Por qué todos hablan sin parar de la importancia de las notas?
Al sistema le interesan los resultados. Son realmente pocos son los que pueden observarlo con claridad pero esta enorme maquinaria necesita nuevas piezas para sustituir a otras desgastadas. El sistema «cambia» para que nada cambie…
Tampoco quiero ser negativo por eso te diré que aunque no sea frecuente puede ser que de vez en cuando te encuentres con enseñantes que te dejen pensar por ti mismo y ser lo que eres. E incluso si tienes mucha suerte descubras unos pocos que cuando apartan sus corazas defensivas resultan muy inspiradores.
En cualquier caso esto solo es un reflejo de tu mundo, ese que llevas dentro, y que ahora vas a comenzar a descubrir en el exterior.