El ruido exterior no es el problema…
Posted in Plano Sin FIn
Juan Trigo: Mi primer maestro, que desconfiaba del silencio de los monasterios como de cualquier religión organizada, me hacía meditar a las doce del mediodía, con las ventanas abiertas que daban a una ruidosa avenida.
¿Para qué?
Para que empezara a darme cuenta de que lo dificil no es acallar el mundanal ruido, sino la jauría interior.
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«El silencio es una virtud y un don. La persona que ha aprende a acallar su mente ha cambiado a largo plazo su vida.» Claudio Naranjo
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