¿Educadores o fabricantes de jaulas?
Hace años que se dedican ríos de tinta a explicar métodos de educación, cómo poner límites a la espontaneidad de los hijos, saber qué valores inculcar, de qué manera enderezarlos; sin embargo, los sabios dicen que la forma más sencilla de enseñar es dar ejemplo con amor.
Quizás el primer error de un educador consiste en repetir patrones. La falta de conciencia propicia la inercia, conlleva muchas veces aplicar al presente lo que ya se demostró que no funcionaba en el pasado. El segundo error no es otro que coartar la espontaneidad de los niños, amputarles las alas para que se adapten a una sociedad sin altos vuelos. ¿Somos educadores o fabricantes de jaulas?
Las tres primeras lecciones de una escuela de padres concientes podrían titularse:
1.-Permite que tu hijo exprese su naturaleza tal cual es.
2.-Pon a mano los recursos necesarios para que juegue y desarrolle sus talentos.
3.-Cuentale muchos cuentos.
Sabemos que los hijos asimilan mejor lo que ven hacer que de lo que escuchan que se debe hacer.
A veces cuesta media vida desaprender lo que en la otra media nos enseñaron.
Plano sin fin
Imagen: Nina Yol