La conciencia es un estado de unión con la vida, es una expansión continua, igual que el Universo.
Un buen ejercicio para ascender peldaño a peldaño por esta escalera, de más a menos límites, es la auto-observación constante de nuestro Ego y mantener despierto a nuestro buscador interior.
¿Desde qué nivel de conciencia observa la vida?:
1.- Si tiene un nivel de conciencia animal verá el mundo como un lugar en el que lo único importante es sobrevivir –comida, sueño y sexo- y tendrá problemas con el territorio.
Un asesino a sueldo es un ejemplo claro de conciencia animal.
2.- Si su nivel de conciencia es infantil observará el mundo como un lugar donde jugar. Nuestra sociedad nos mantiene en este nivel, el de consumidores compulsivos.
¿Imagina a un niño montando una revolución? El poder tampoco lo imagina, por eso le interesa.
3.- Cuando alcance un nivel de conciencia adolescente-romántico la misión más importante será la de enamorarse. Sin embargo ¿por qué pide sin dar?
Está a la búsqueda de la mujer o del hombre ideal.
4.- Con un nivel de conciencia adulto-egoísta el mundo se convertirá en un lugar en el que poseer y ganar.
Se aprovechará de todos aquellos que se encuentren en un nivel inferior.
5.- Desde el nivel de conciencia adulto-altruista comprenderá que el mundo es en realidad el lugar perfecto para compartir. Nada para él que no sea también para los demás.
El adulto generoso sabe recibir y aprende lo que es el servicio.
6.- No tendrá dudas de que el mundo es un lugar que hay que cuidar y desarrollar, si lo observa con un nivel de conciencia planetario.
Todos los habitantes del planeta nos movemos por el Universo a bordo de esta nave espacial que llamamos la Tierra.
7.- Si ve el mundo como un trampolín que permite la expansión a otros mundos es porque probablemente ha alcanzado una conciencia cósmica.
Sabe relativizar, se inclina ante las leyes del cosmos, acepta la muerte, se desprende de toda posesión, etc.
8.- Y cuando ve con total claridad que todo está en todo, y al mismo tiempo todo es sagrado, habrá alcanzado el máximo nivel de conciencia.
Es la que alcanzaron: Buda, Cristo y Mahoma.
9.- A cada toma de conciencia debe seguir una acción, o de otro modo no nos habrá servido para nada.
“El YO que crees ser es sólo una pequeña parte de ti mismo. La mayor de las aventuras es conocerse” Alejandro Jodorowsky
10.- El desarrollo de la conciencia de un individuo hace temblar a todo su árbol genealógico: los bisabuelos revelan sus prejuicios morales, los abuelos muestran los límites de su visión del mundo; los padres se retuercen en su infelicidad disfrazada de respeto a las buenas costumbres.
Para averiguar quiénes somos debemos expandir nuestra conciencia.