Imagina por un momento que te encontrarás con tu Yo del futuro. Una primera conversación con un futuro relativamente cercano, sólo 5 años por delante, una segunda con 10, una tercera con 40 y la última con tu parte más sabia situada en un futuro lejano indeterminado.
Dirás con razón que este ejercicio tiene trampa. ¿Tratamos de escapar de un presente poco halagüeño? Sin embargo tampoco podemos negar que el hecho de plantear un futuro, en parte también es comenzar a crearlo.
¿Qué te preguntarías a ti mismo si tuvieras cinco años más? Es aquello que más temes y que puede versar sobre la salud, tu relación de pareja, tu economía, tus ambiciones, etc. En cualquier caso esta primera entrevista puede ser una fotografía de tu situación, o de tus miedos actuales. Es un buen momento para que leas, o repases la esencia de aquel cuento sufí que dice: “esto también pasará”
¿Eres capaz de recordar dónde estabas hace ahora diez años? ¿Cuáles eran tus proyectos? ¿Tenías una finalidad establecida? ¿Qué te habrías preguntado a tu Yo actual hace diez años? Tal vez ahora tengas otra perspectiva de muchas de las cosas que veías como absolutamente prioritarias.
Probablemente a tu Yo del futuro dentro de cuarenta años ya no le preguntarás sobre cuestiones tan personales. Tal vez sean cuestiones con mayor carga social o planetaria. ¿Seguimos utilizando el petróleo como energía? ¿Siguen existiendo ciudades como las actuales? ¿Finalmente el ser humano ya es humano? Etc.
La pregunta más desafiante es aquella que le harías a tu sabio interior. Y a estas alturas seguramente ya conoces que tus preguntas sólo son respuestas en desorden.
Por cierto esta última pregunta puede que tenga que ver con tu nivel de conciencia actual.
1 Comentario
-
quiero preguntas para mí yo del futuro