
“Todo lo que viene, se va. No trates de retenerlo. Dí sí a todo lo que viene, y sí a todo lo que se va.”
Alejandro Jodorowsky en Twitter, Alejodorowsky
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En un puerto del mar de la China, había numerosos barcos a punto de embarcar, todos cargados hasta los topes de joyas, de sedas y de otras mercancías valiosas. Los mercaderes que los habían fletado se alegraban de llevarse todos estos tesoros a su país natal. Poco antes de su partida, se les anunció que se preparaba una tempestad en alta mar y que sus barcos, cargados en exceso, no podrían resistirla. Pero los mercaderes, haciendo caso omiso de esta advertencia, decidieron partir sin más tardanza. Sólo uno de ellos descargó su barco y se hizo a la mar vacío. Más tarde, cuando se desencadenó la tempestad con una violencia extrema, los barcos demasiado cargados se hundieron. Únicamente el barco vacío permaneció a flote y pudo recuperar a todos los náufragos.
Alejandro Jodorowsky, en “La sabiduría de los cuentos”
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“El apego es pensar que las cosas son permanentes en nuestra realidad, que es en esencia impermanente. Por ejemplo, yo me comprometo con una chica y vivo con la ilusión de que esta felicidad durará siempre, o que moriremos juntos felices. O es pensar que nuestros padres vivirán siempre, o que un coche nuevo nos traerá felicidad y alegría. Todo esto es apego. Para superarlo debemos analizar la esencia de las cosas, que es temporar y transitoria, y asumir la responsabilidad de nuestros actos, que determinan el presente y a la vez el futuro. La ley budista de la causa y efecto nos enseña que sólo obtenemos lo que hemos sembrado.”
Lama Blanco
Imagen: Miyuki Sakai