Juan Trigo: No creo en ninguna relación que no sea de complicidad, en la que uno pueda mostrar su lado oculto, es decir ser sincero y expresarse libremente, pero con cariño, abrirse sabiendo que eso no va a ser utilizado en tu contra.
Todos sabemos perfectamente cuando amamos y cuando somos amados, y simplemente cuando dejamos de ser cómplices ya no somos pareja; seremos otra cosa, pero no pareja. A menos que llamemos pareja a cualquier tipo de relación de conveniencias.
Se da en muy raras ocasiones en este planeta que la pareja se comporte como un par de cómplices transgrediendo conscientemente y de forma permanente sus leyes. El matrimonio ya no es lo que era, sin embargo la inmensa mayoría de las parejas la forman enemigos que tratan de destruirse amablemente.