1.- Uniformar se traduce como “igual forma para todos” lo que conduce a la desaparición de los individuos.
2.- Si cada persona es un mundo, uniformar -dicho en forma muy cruda- es un intento moderno de matarnos en vida. Cuando uniformamos olvidamos que todos somos valiosos pero no todos valemos para lo mismo.
3.- Si nos uniformaron de pequeños, ahora como adultos es muy probable que lo repitamos con nuestros hijos. Esta es una máxima de la metagenealogía de Alejandro Jodorowsky que dice que lo que nos hicieron ahora nosotros se lo hacemos a los otros, o nos lo seguimos haciendo a nosotros mismos.
4.- Cuando los padres son incapaces de apreciar a todos y cada uno de sus hijos por lo que realmente son, uniformizan, etiquetan, etc.
5.- Por tanto una escuela, o centro educativo de cualquier tipo, que uniforme a su alumnado puede ser incapaz de valorar lo que cada uno –como individuo- tiene de especial y diferente.
6.- Junto con el uniforme, en lugar de cariño, se reciben exigencias de un orden que trata de controlar inútilmente el caos de la existencia. Es una evidencia que la vida es permanente impermanencia con o sin uniformes.
7.- ¿Todos iguales o todos diferentes? Uniformar es el resultado de una sociedad neurótica que siempre identifica al diferente como peligroso. Nuestro cerebro reptiliano –el más primitivo- se siente seguro al observar a todo el mundo agitando la misma bandera, o vistiendo con los mismos colores de nuestro equipo.
8.- El uniforme –tampoco lo podemos olvidar- es un disfraz para pasar desapercibidos, para escondernos. Un buen ejemplo son los adolescentes de una determinada “tribu urbana” que visten igual para integrarse en el clan.
9.- Cuando te uniforman, en muchísimas ocasiones, te están prohibiendo que seas tu mismo. Te obligan sutilmente a conducirte en la vida como un autómata –no tienes que pensar solo obedecer órdenes- o incluso como un muerto en el peor de los escenarios. Hay muchos ejemplos que podemos observar en grandes instituciones donde es obligado llevar un uniforme.
10.- Uniformar es una “monstruosidad” si admitimos que cada uno de nosotros tiene una diferencia y es, en cierta forma, una dimensión del Universo.
2 Comentarios
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iQue exageración, @ casi todo le emcuentran un pero, filosofar con el estomago lleno!
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Para nada estoy de acuerdo. De pequeña estuve en colegios con uniforme, efectivamente, y cambié mucho de colegio porque era muy rebelde. Mis padres me preguntaban que a cual quería ir, y yo decía, cualquiera que tenga que llevar uniforme.
El uniforme en los niños hace que todos seamos iguales, y nos veamos iguales. No importa si mis padres o los de otro tenían más dinero o si el niño de al lado era pobre, porque no lo sabíamos, no podíamos ver que solo tenía 2 pantalones y 3 camisetas, pues todos llevábamos la misma.
Este mensaje es confuso y contradictorio, en absoluto conduce a la desaparición del individuo, sino a la desaparición del consumismo, de la envidia, de juzgar antes de conocer, a la desaparición de la vanidad y fomenta el trabajo en equipo, la valoración de las personas por quienes son.No sé quien ha escrito esto, pero seguramente es de alguien que quiere que se le juzgue por su apariencia, pues como persona no ha debido de tener buenas experiencias. Que pena fomentar que la gente me juzgue por mi apariencia, no saben lo que se pierden y prefiero que no lo sepan, no merecen la pena.