Cuando el esperma es «venenoso». Alejandro Jodorowsky

Cuando el esperma es «venenoso». Alejandro Jodorowsky

Antonio pregunta:

Mi cuerpo produce un veneno que continuamente me intoxica. Esta substancia que se crea en mí hace que se me caiga el pelo, que padezca una gastritis crónica y que me invada sin cesar una debilidad agobiante. ¿Por qué me sucede esto? ¿Que acto psicomágico puedo hacer para sanarme?

Alejandro Jodorowsky responde:

Si los médicos te han dicho que no encuentran la causa orgánica de tu mal, y que no detectan ese veneno que produce tu cuerpo, puedo entonces afirmar que no lo produce tu cuerpo sino tu mente. ¡Querido Antonio, la materia «venenosa» que crees produce tu organismo es en realidad tu esperma! Por supuesto que te asombra esto que te digo. Te lo voy a explicar: Durante un taller de meditación, pedí a los participantes masculinos que se concentraran en su pene, haciendo conscientes sensaciones entraran por la uretra hasta llegar a sus testículos. Una vez ahí les pedí que describieran lo que contenían. Obtuve algunas respuestas sorprendentes: «Siento que están llenos de excremento», «Una materia asquerosa», «Una jalea venenosa»… Buscando las causas de esta desagradable sensación, encontré que la mayoría de aquellos que así sentían era hijos de madres que habían sido engañadas por hombres, o maltratadas al mismo tiempo que les engendraron niños por los que debieron sacrificar su vida. Pueden haber padecido múltiples abortos, partos dolorosos, ser abandonadas, el hecho es que el esperma masculino se les convierte en un peligro odioso. El hijo, al escuchar este sentir maternal, crece detestando su semen y rechaza hacerse adulto. Si se hace adulto su madre lo detestará igual como detesta a los otros hombres. Tú, por negar tu semen, lo has convertido en un fantasma venenoso que te ataca. En realidad quien te ataca es tu madre.

Ningún arquetipo es más poderoso que el de la madre. Así como es grande el amor que nos despierta, así es grande el terror que nos puede inspirar. Para nuestro niño interior ella es todopoderosa. Sin embargo, hay un único arquetipo que tiene más poder que la madre : es la Virgen María (o sus derivados, como las diferentes santas de cualquier religión). Aunque no seamos creyentes, nuestro inconsciente otorga un poder mágico a las santas… Tú debes debes adquirir una vela en una iglesia, disolver su cera (que guardarás en otro recipiente), masturbarte mirando una fotografía de tu madre, verter tu semen en el vaso de la vela y volcar la cera derretida sobre la materia vital, conservando la mecha. Luego, una vez que la cera se haya enfriado, llevarás esta vela a un templo, la colocarás a los pies de una estatua o pintura de la Virgen y la dejarás encendida para que se consuma. De regreso a tu casa, meterás la fotografía de tu madre en una trampa para ratones, a la que «alimentarás» poniéndole cada mañana, durante 28 días, un pedacito de queso.

Después de este acto de psicomágico, tu inconsciente aceptará que tu esperma ha sido limpiado de toda maldición materna, purificado y bendecido. Dejarás de pensar que tu organismo produce continuamente una materia envenenada.

El arte de sanar