Un día salí con una amiga a caminar un tiempo por un monte que no conocía, donde el movimiento y el silencio se transforman en una especie de meditación. Comencé a pensar en cómo me estaba sintiendo en ese momento, en mi vida cotidiana: salir de mi entorno común, de mi casa, de la ciudad, es parecido a salir de tu Yo (Ego) y entrar en las profundidades de una/o misma/o.
Un maestro dijo una vez:
«Intentar frenar la mente pensando, es como intentar frenar una bola de nieve cayendo por una montaña, desde adentro de la bola de nieve.»
Esta metáfora nos habla del lugar desde donde intentamos hacer las cosas.
¿Cuántas veces nos enrollanos pensando y pensando sobre una situación sin encontrar la salida?
Muchas veces ante las vicisitudes de la vida, el entorno y los vínculos, entramos en un torbellino de actos, emociones y palabras que nos sumergen en un caos dramático del que no nos es posible salir, o no encontramos la forma de hacer algo para mejorar o transformar la situación, a algo más sano o más útil.
Si estamos en el torbellino e intentamos pensar desde allí, el resultado será más de lo mismo.
¿De qué manera es posible encontrar la solución? Observando(nos) desde afuera del caos. Mirar nuestra vida como espectadores de ella, sin identificarnos con el protagonista: el Yo(Ego).
¿Difícil? Propongo unos ejercicios prácticos para observarnos desde afuera.
La clave es poner afuera lo que está adentro de nosotras/os:
*Escritura automática: consiste en relatar por escrito durante unos cinco minutos, y sin frenar, todo lo que venga a la mente en un momento de caos. Sin analizar demasiado lo que digo.
*Grabar audios relatando la situacion como si se lo contáramos a nuestra/o mejor amiga/o, sin filtros.
Al otro día, una/o puede leer o escuchar lo que ha expresado, permitiéndonos percibir la situación desde afuera, yendo más allá de lo dicho, y brindándonos la capacidad de encontrar un camino útil para transformar o mejorar.
«Los problemas no pueden ser resueltos en el mismo nivel de pensamiento en el que fueron generados» Albert Einstein.
Ojalá les sea útil! Bella vida!