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Ramiro Calle: La vida no es estática, no es una foto fija, sino dinámica y hay que recomponer la situación y la actitud según lo requieran las circunstancias, sin quedarse prendido en lo que pudo ser y no fue, liberándose tanto de sentimientos de culpa como de culpabilizaciones y tratando de cerrar los círculos abiertos, dentro de uno mismo, digiriendo las frustraciones y superando las asignaturas pendientes. Críticas a tu padre por ausencia y a tu madre por excesiva presencia. No permitas que todo ello persista en ti como herida y trata de tomar las riendas psíquicas de tu vida.

Los padres no son perfectos, los hijos tampoco. A veces los padres son un problema para los hijos y otras los hijos para los padres. Incluso con los padres, sí, y si es necesario para el armónico autodesarrollo, hay que poner a veces un espacio terapéutico y no permitir que nos mutilen psíquicamente, aunque sea con sus mejores intenciones. Pero lo fácil sería ignorarlos. Sin embargo, así te estarías haciendo también mucho daño y no resolverías tus conflictos internos. Acepta. No es resignación fatalista, es aceptación consciente y madura. No puede uno cargar toda la vida con el fardo del pasado. Por eso hay que saber asir y soltar, morir para renacer. Los traumas, complejos, carencias mueren y nace a una forma de ser más plena y armónica. Todos podemos.

Fragmento de una entrevista en La Vanguardia

Imagen: Alette Loría

TU TRIADA ES TU TESORO Y TU TRAMPA