(Fue la pregunta que un nieto hizo a su abuelo. Este es el diálogo entre ambos:)
-Dijo su abuelo: Nos han convencido de que leer siempre es bueno. Que cualquier libro es un pozo de sabiduría.
-¿Acaso no es así? -preguntó el nieto
-La lectura indiscriminada muchas veces tiene escasos beneficios.
-Mejor leer que no hacerlo…¿o no? Explícame a qué te refieres con lo de la lectura indiscriminada.
-La lectura que no tiene en cuenta la persona a la que va dirigida, ni el momento vital en la que se encuentra, ni por supuesto los aspectos culturales que la rodean.
-Abuelo, es la primera vez que escucho algo así. Y no se si creérmelo o no.
-Cuando la lectura solo es capaz de transmitir información sin más, no resultará de gran valor.
-¿Por qué?
-Porque tendemos a defendernos del bombardeo informativo cerrándonos. Bajo esas circunstancias el libro no podrá aportarnos prácticamente nada. Y también porque no hay ningún libro que esté escrito para todo el mundo.
-Entonces ¿bajo qué circunstancias un libro se convierte en algo verdaderamente valioso?
-Cuando tras su lectura, la información allí contenida sea capaz de provocar en ti cambios de conciencia. Algo que sucede durante un tiempo -el libro es como un pozo- y por tanto se irá secando. Después iremos a buscar otro pozo, o dejaremos que ese pozo nos encuentre…