Buscadores de maestros, buscadores de la verdad, buscadores de la belleza, escuchad a Pascal & Alejandro Montandon Jodorowsky

Buscadores de maestros, buscadores de la verdad, buscadores de la belleza, escuchad a Pascal & Alejandro Montandon Jodorowsky

Alejandro Jodorowsky: En mi juventud, cuando lleno de energía creativa y ambición de celebridad, soñaba con convertirme en Maestro. Cuando me encontré, hasta cierto punto, a mí mismo y viajé para entrar en contacto con verdaderos sabios, todos ellos me enseñaron que la aspiración de todo Maestro es convertirse en «discípulo eterno»… La creación universal es tan inmensa, el secreto de la vida es tan misterioso, Dios es algo tan impensable, el alma humana es tan compleja, que una sola vida no basta para cesar de aprender… 

    En la tradición esótérica hay dos clases de Maestro:  
    a) El Gurú, un ser que ha avanzado, más que sus alumnos en la vía del desarrollo de su Conciencia. Llegamos a él con la mente virgen, en un caos de tinieblas, y él nos la ordena con la luz de su sabiduría. Esa enseñanza se anida en nuestra memoria para siempre y el Maestro, aún después de abandonar este mundo, sigue siendo nuestro Maestro. El recuerdo de cada una de sus palabras, de cada uno de sus gestos, de cada una de sus acciones, por pequeños que fueran, se convierten en una lección. 
  
 b) El Upa-Gurú. Este Maestro es cualquier persona o cosa que te enseña algo. Lo encuentras, te comunica su mensaje, y luego puede irse. O bien, una persona cercana, de pronto es poseída por su inconsciente y te dice, muchas veces sin darle mayor importancia, algo que te enriquece la vida.  
 
Cuento todo esto porque hoy hice una experiencia que quiero compartir. Le pedí a mi esposa Pascale Montandon que se sentara en posición de meditación, que olvidara sus preocupaciones intelectuales, emocionales, creativas, que dejara a su cuerpo vivir su propia vida sin intervenir con angustias sobre su salud y se dispusiera a contestarme a lo que yo le iba a preguntar. Conecté mi grabadora y cuando la vida lo suficientemente concentrada, le pedí:  
  
«Pascale, desde niña te has dedicado a la pintura. Eres una artista. ¿Qué me puedes decir de la belleza?» A Pascale, en trance, le surgieron de inmediato, sin hacer ningún esfuerzo, palabras que surgieron como un río apacible: 
  
Pascal Montandon Jodorowsky: La belleza pura no es un dictado de eruditos ni un asunto de gustos, es un don misterioso que te transforma, e irradia hacia los otros… No hay intensión en la belleza: es lo que es sin pretender obtener… No hay belleza sin verdad… La belleza superficial seduce, la belleza verdadera emociona… La verdadera belleza no se inventa, ella se revela como un milagro…La belleza no desaparece, se transforma para convertirse en el espejo de nuestro ser… Toda belleza es dramática, por la intensidad emocional que nos despierta su fragilidad, tan efímera como las flores del cerezo que rápidamente se deshacen en una lluvia de pétalos blancos… La belleza es la manifestación de lo sublime… Provocando la exaltación de los sentidos, la belleza provoca la elevación de nuestra alma… La belleza está en el centro de toda espiritualidad, es la puerta de acceso a lo sagrado… La belleza hace visible lo invisible, encarna al misterio… La belleza verdadera sólo se deja conocer por una mirada pura… La búsqueda de la belleza es la búsqueda de lo absoluto… La elegancia en el vestir es una forma de educación respecto al otro y una forma de dignidad respecto a uno mismo… La elegancia es un lenguaje que expresa la valoración de sí y el respeto al otro…»…
Alejandro Jodorowsky: Me quedé, como se dice, con la boca abierta. Un delicado Upa-Gurú me había dado una lección. ¡Qué gran placer! ¡Quiero continuar eternamente siendo un discípulo!