1.- En una buena relación de pareja sus integrantes son cómplices.
2.- Como cómplices están muy por encima de sus respectivas creencias individuales: políticas, religiosas, etc.
3.- Nunca las verás competir, sólo colaboran. Han aprendido que el “nosotros” es mucho más poderoso que el “yo”.
4.- Poco importa que sean homosexuales o heterosexuales, que hayan formalizado su unión con un matrimonio civil o religioso. Es su amor y no otra cosa lo que les une.
5.- Tienen el permiso para mostrarse tal cual son y para comunicarse con total sinceridad. Por tanto no necesitan aparentar y ni mucho menos interpretar ningún papel.
6.- Ambos son capaces de mostrar su parte más vulnerables al otr@ y lo hacen desde la certeza personal de que ese conocimiento no será utilizado en su contra.
7.- ¿Puede sorprender a alguien que en este tipo de relación de pareja no quede ningún espacio para la conveniencia?
8.- Están por encima de los convencionalismos. Una pareja de cómplices puede permitirse el lujo de transgredir muchas de las costumbres sociales o culturales sin ningún miedo.
9.- Siempre responden afirmativamente a la pregunta: ¿Tu pareja te alegra la vida?
10.- Aprendamos a diferenciar las parejas de cómplices de aquellas otras formadas por enemigos que pueden llegar a destruirse incluso muy educadamente.